Dignificadores de barrio

El lunes de la semana pasada, unos cuantos vecinos del Casco Vello de Vigo nos reuníamos para compartir nuestra preocupación creciente por la situación que vive el barrio vigués, debido al ruido provocado por las hordas que cada fin de semana inundan nuestras calles, y que beben, gritan y rompen botellas hasta altas horas de la madrugada, impidiendo el descanso de las familias que vivimos aquí, ensuciando -con pintadas y meadas- el barrio y destrozando el mobiliario urbano de la zona, ya sean bancos, papeleras, plantas, árboles o lo que pillen.

Sorprendentemente, a nadie parece constarle esta situación: la Policía dice que no hay denuncias de los vecinos -solo alguna cosa puntual-; los comerciantes consideran que la alarma es injustificada; y los vecinos nos preguntamos si será que nuestros dirigentes locales y fuerzas de seguridad viven permanentemente en una suerte de "barco de Chanquete paradisíaco" que distorsiona la realidad que perciben.

Resulta indignante que no consten las quejas de los vecinos cuando, cada semana, se repiten las llamadas a la Policía de madrugada para denunciar los ruidos provocados por la gente haciendo botellón; para pedir la intervención de la Policía para hacer cumplir la ley (Ordenanza Reguladora da Convivencia Cidadá e Ocio, art.5 del acordo plenario 30/30/09) que debería servir para protegernos.

Si no les constan nuestras denuncias, deberían preguntar a otros cuerpos públicos que sí sufren cotidianamente las consecuencias de las aglomeraciones nocturnas en nuestro barrio: pregunten ustedes a los servicios de limpieza municipales, que desde las 6 de la mañana,para añadir más ruido a nuestras noches (eso sí, solo los días que hay crucero) se afanan con sus camiones en recoger los cristales y suciedad que las hordas dejan en nuestras calles; pueden preguntar también a los servicios de urgencias cuando han intentado entrar en el barrio a recoger en ambulancia a algún enfermo, y han tenido que llamar a la policía, al impedírselo las hordas de madrugada (existen informes oficiales que lo demuestran y que obran en manos del Concello)...

Pero no hay mejor constatación que comprobar in situ lo que decimos. Para ello, invitamos a nuestros representantes a pasearse de madrugada por las calles del Casco Vello, y luego nos cuentan.

En fin, mientras los vecinos seguimos sufriendo el ruido nocturno, nuestros concejales, en su "paraíso paralelo", siguen "dignificando el barrio". Tendremos que estar tranquilos...