Lo trans

Con el fin de las mayorías absolutas, y hasta casi de las relativas, se impone la moda política trans, tanto para la primavera como para el otoño-invierno. El tránsito empieza ya en los estudios de diseño electoral, con despidos, fichajes y reciclajes a toda prisa. Vestidos ideológicos cortos, pantalones programáticos estrechos, poca ropa sobre el cuerpo, chaquetas de colores con mezclas chocantes y prendas reversibles. Todo se combinará con todo, y dominarán los complementos. La cosa comenzará con masivas transferencias de votos en las urnas, y después de las elecciones, en lugar de tránsfugas individuales, dominará el transfuguismo de partido completo. En vez de bloques programáticos habrá transversalidad a todo pasto. Los desfiles irán acompañados de música de fusión, con exhibición de transformismo ya en la misma pasarela. Trajes de chaqueta, ternos, gabanes, al fondo del armario.

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