Estoy estos días en Alicante, asistiendo al Congreso anual del Instituto de Empresa Familiar. De mis charlas con empresarios, me quedo con dos impresiones. La primera es que son más optimistas que el año pasado. Ven la recuperación en sus empresas y en la economía, aunque aceptan que el proceso va lento y que falta mucho para volver a las cifras de pre-crisis. Por el contrario no ven las nubes negras que podrían venir de la Unión Europea, pero la gravedad de lo vivido les hace recelosos. Y eso no es bueno, porque las expectativas de los empresarios son claves para que se consolide o no la recuperación en España.

La segunda es que el líder del PSOE ha aprobado el examen. Mejor en la exposición del tema que en las preguntas, ha sido capaz de defender en un foro empresarial el impuesto sobre patrimonio y la conciliación de la vida personal y laboral; denunciar la explotación laboral en España y la lacra de la pobreza. Y lo ha hecho sin estridencias y con cara de bueno. Es posible que necesite más materia gris en su entorno para concretar y prepararse ante la tarea que le espera. Pero puede dar la talla.

*Director de GEN (Universidade de Vigo)

@SantiagoLagoP