En el informe Ardán de la Zona Franca de Vigo presentado esta semana se constata el desacople entre sectores privado y público. La recuperación incipiente se ciñe al primero. El segundo sigue inmerso en draconianos recortes de gasto en educación, I+D o infraestructuras. Si en el primer bienio de la crisis el sector público siguió aumentando su gasto, sobre todo el autonómico, desde 2010 se hunde el gasto en educación (más de un 15% acumulado hasta 2014 en Galicia y España), en I+D (véase gráfico adjunto) y en infraestructuras. En este último caso, Galicia nota menos los recortes gracias a las inversiones portuarias, ferroviarias y aeroportuarias del Estado en curso y a un recorte de la inversión autonómica menor que en otros territorios.
Galicia y España deben mantener sus esfuerzos en pos de la consolidación fiscal. La reducción drástica del déficit es importante, a lo que sin duda ayudará la mejora de la situación económica. El problema es que no podemos perseverar en recortes indiscriminados y acumulativos en el sector público hasta 2018, so riesgo de que los servicios públicos colapsen. Por eso es tan importante que la reforma fiscal hubiese tenido por objetivo proporcionar más recursos públicos y que la composición del ajuste fiscal entre subida de ingresos y bajada de gasto fuese más equilibrada y tomando como referencia lo que nos encontramos en la Unión Europea.
*Director de GEN (Universidade de Vigo)
@SantiagoLagoP
