El dogma hace parte del depositum fidei del catolicismo. El depositum fidei no se puede cambiar ni decapitar ni desminuir. Aún así hay que verlo "como una ventana abierta", dice Rahner. Es decir, hay que leerlo cada vez de nuevo para que sea inteligible para los creyentes de cada momento; tiene un desarrollo histórico.

Pero el celibato sacerdotal no es ninguna clase de dogma de Iglesia católica sino que hace parte de la moral; es decir, de las normas y reglas y la moral está afectada por el tiempo, por la historia. El celibato es una norma de la Iglesia impuesta hasta ahora, pero no desde siempre ni en todos los casos a aquellos hombres que sienten la vocación sacerdotal.

La vocación al celibato es un don de Dios, un carisma que algunas personas reciben y que pueden seguir o no aunque el cristiano que quiera ser perfecto debe de seguir los carismas recibidos". Por lo tanto la persona que haya recibido la llamada, vocación, para ser sacerdote y sienta también el carisma del celibato debe de ser sacerdote célibe para ser perfecto y responder plenamente a a vocación recibida. Pero puede una persona ser llamada, tener vocación sacerdotal y no haber sentido el carisma del celibato.

*Antropólogo, teólogo y escritor. Su último libro se titula "Viaxe sen retorno"