| Cuando la semana pasada apuntábamos aquí el estado de abandono que arrastraban las calles Víctor Cervera Mercadillo, Gerardo Álvarez Limeses y Gonzalo Gallas, no podíamos sospechar que Antón Louro ya tenía cocinados sendos proyectos para mejorar las dos primeras. De modo que toca rectificar. El concejal de Urbanismo ha elegido precisamente esas calles como punta de lanza de la reforma integral del barrio de San Antoniño. El presupuesto es pequeño, pero tampoco hay mucho donde rascar: mejora de aceras y calzadas, modernización eléctrica y soterramiento de servicios básicos. El meollo de la cuestión está en vislumbrar si tales obras servirán para cambiar el aspecto que ofrecen hoy unas calles imposibles, de feos edificios y bajos abandonados, fruto del desarrollismo salvaje de la peor factura urbanística.