Cuatro Cosas

E dálle. Avecilla os avisó, os dijo lo de que el barítono recorría con sus cantos toda la escala musical e incluso entraba en otros terrenos -sic- de juego. Pues a los que repitieron aquello de los inventos de Marconi ytalytal les están pitando los oídos a tope al comprobar que la Fiscalía solicitó papeliños de lo del proyecto del nuevo estadio pontevedrés de Pasarón. O sea, otra de las coplas que desde hace bastante tiempo recorren, como los amores de Tenorio, toda la escala social. Y se ignora a cuántos, y de qué colores, incluye la pesquisa. Aún.

Lo que el pájaro constata es que si no canguelo, lo que sí hay en las alturas -todas- es cierta inquietud. Y, de paso, un cabreo creciente no porque se haya abierto la caja de Pandora, sino por la lentitud con que se vacía su contenido. Y que nadie se llame a engaño: es un cabreo general y que no sólo dio lugar a protestas sino a a varios contactos para estudiar el envío de una queja formal al CGPJ y algo que puede acabar con algún tipo de manifiesto conjunto de los abaixo firmantes.

Aún está verde, la iniciativa -que, por cierto, gusta menos en la parte alta del escalafón que en la media- pero que da idea del nivel de malestar que se está generando. Y que podría exteriorizarse, de la manera dicha o de otra, poco después de que terminen los idus europeos, porque hasta entonces todo quisque está cuerpo a tierra, batiendo palmas y rezando novenas para que de aquí al día 25 no se arme otra verbena con mucho ruido y también con abundancia de pólvora. ¿Eh?

Hablando de pólvora. Dice el pájaro que el que está mosca es el sumo pontífice del localismo herculino, que a raíz de las críticas por su alegato en defensa de la actualización salarial -al alza, ofcourse, aunque se queja de que no se le entendió bien- para el oficio político, recibió llamadas de "amigos" que eran de apoyo pero parecían de pésame. Lo que no afecta al cuadro macro de sus relaciones con el montepío, que siguen siendo buenas; en cualquier caso mejores que con Moncloa. Y no pongáis esa cara de sorpresa: ya era sabido. ¿No,,,?