Opinión | O ROMPEOLAS

JAVIER MANCHADO

Una ceremonia que se pasa con la dosis de incienso

Ambientar un poco la ceremonia litúrgica no está mal, pero pasarse en la dosis puede estar contraindicado para las actividades complementarias, como el concierto coral. Es lo que le pasó a algunos miembros de la Coral Moañesa en una misa solemne donde al cura se le fue algo la mano con la ambientación y los coristas acabaron con los pulmones encharcados con semejante afumada. Como buenos profesionales, los más afectados disimularon la tos y mantuvieron el tipo, aunque alguno especulaba con acudir al neumólogo para supervisar si tales órganos vitales habían salido indemnes del envite.

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