Cuatro Cosas / Paco Vedra

A ver. Anacleto, que ya os dijo hace tiempo que en el mundo judicial gallego -y sus alrededores- hay no sólo discrepancias sino lío, flipa ahora con lo del relevo en el caso de Angrois. Primero porque, como sabéis, se va -"por razones personales"- el juez que en su día pidió a las víctimas que "confiasen" en él, sino porque el que se hace cargo es quien lleva desde hace años la operación Orquesta y tiene trabajo hasta las cejas. Y eso podría significar que lo de la tragedia se resuelva ad calendas graecas. Ojo...

El asunto levanta suspicacias en el foro, que se unen a las ronchas de la discusión -interna y que nadie reconoce pero existe- sobre las causas abiertas por corrupción, el modo de llevarlas y el tiempo que duran. El agente secreto informa que por medio están, también, puntos de vista ideológicos y posturas cercanas a unos partidos u otros. Y si a eso se añade el follón por las vicisitudes del crimen de la niña de Santiago, entonces el humo se ve ya desde lejos. Uyuyuy...

Claro que en esto de las presuntas corruptelas ytalytal hay dos visiones distintas. A unos, si se confirman, los llevarán -o no: pasan aquí cosas muy raras- a la tumba política y a otros que no andan metidos en el lodo, quizá les facilite la resurrección. Fijaos en Porriño, por ejemplo, donde el alcalde anda en coplas y apela a la justicia -divina- mientras crecen los rumores de que uno de sus antecesores, nacionata, podría volver a la arena local con CxG. Jo.

Hablando de otra cosa, avecilla da cuenta del malestar que en algunas organizaciones sociales, sobre todo las que navegan apoyadas en la banda de estribor, sienten hacia la Xunta. Por razones financieras, ofcourse: se quejan de que hay más dinero para los sindicatos, con el rollo de los cursos de formación -y otros conceptos- que para quienes se ocupan de enfermos, dependientes y demás. Y alguno de sus poncios, en plan radikal, enviará recado arriba advirtiendo que después no se lamenten al repasar los resultados electorales. Pero no especificó mucho cuáles. ¿Capisci?