Desde este comentario semanal nos unimos muy gozosos al homenaje que éste fin de semana le va a ofrecer al insigne alcalde don Ezequiel Massoni González, las "Xornadas-Reencontro coa Historia de Marín", con motivo del 140 aniversario de su nacimiento, ocurrido en Ayamonte el día 11 de abril de 1874, porque entendemos que es muy merecido y por lo tanto es un acto de agradecimiento que enaltece al pueblo al que dedicó todos sus esfuerzos por su desarrollo, y que al tiempo demuestra el agradecimiento de los marinenses a su significada etapa de buen administrador y mejor gestor. Y para ello vamos a hacer una pequeña semblanza, recurriendo a la fuente de la obra "Pequeña Historia de Marín", del historiador don José Torres Martínez, donde viene claramente destacada su actuación al frente de nuestro municipio.

Llega a Marín, como tantos otros, en busca de una mejor vida en el sector pesquero, promocionando las industria del salazón y la conserva donde pronto alcanza un merecido prestigio, integrándose rápidamente con los marinenses haciéndose popular y respetado en la actividad comercial. Debido a esta integración en la sociedad marinense y a sus cualidades personales dinamismo, energía y honradez, con la llegada del gobierno de Primo de Rivera, fue nombrado alcalde del municipio, cosa que a pesar de sus convicciones republicanas no dudo en aceptar, por el bien de la Villa y en aras de su progreso y desarrollo, siendo su actuación decisiva y transcendental. Rápidamente los servicios públicos y la administración del concello, empezaron a funcionar de una manera nunca recordada, y Marín pronto se convirtió en una villa limpia, ordenada y bella con todos sus servicios necesarios para una población en constante crecimiento. Pronto pone en marcha servicios tal fundamentales como agua, alcantarillado, luz, matadero, mercado, etc., etc. Todos estos servicios unidos a un planeamiento urbanístico adecuado y una puesta a punto de calles, alumbrado y plazas, supuso el avance definitivo que nuestra villa demandaba.

Persona dotada de una inteligencia y una capacidad fuera de lo normal para comprender las necesidades presentes y futuras, consiguió que Marín viviese el periodo más importante de su historia y el de mayor esplendor. Para ello solamente es necesario ver cómo era y como lo dejó. Tuvo gran visión de futuro y luchó denodadamente porque el Ferrocarril Central Gallego, de Ribadeo a Marín fuese una realidad, así como la anexión de Estribela. Metas que no pudo llegar a realizar por las circunstancias, pero sobre todo por la desidia de unos y la incomprensión de otros.