Bueno, vale: si ahorita avecilla os habla de precandidatos -o sin pre- a las diputaciones pensaríais que se ha vuelto loca. Pero sí, sí; hay ya quien está en ello. Entre otras razones porque se analiza, y despacito, quiénes pueden ser alcaldables, y para equilibrar -como dicen los oráculos- las ambiciones de algunos y convencerles de que acepten un number two en determinada lista, ñaca: se le sugiere lo otro. Y, en algún caso concreto, ya hay más que eso; se le ofrece. Pero de forma discreta, ofcourse; muy discreta. Uf.

(Por lo que narra el pájaro, hay -en el caso del Pepé, claro: en los otros no hace falta- indicios colaterales que esperan confirmar antes de que llegue la recta final, aunque en la mente del directorio estaría que no exista eternización en los cargos. Lo que, traducido al román paladino, significa que dos mandatos está bien pero tres manda caralho.Y, aparte, quizá sea diputacionable un número uno que tenga gancho pero pocas posibilidades de ser alcalde. C´est la vie. ¿Eh?)

Conste que hay algunos casos complejos. Por ejemplo, el del Pesoe de Lugo, que si no recibe una solución judicial, a día de hoy difícil, tendrá que buscar alcaldable. Y, para la Diputación, resolver el dilema de qué hacer con Xotaerre -Besteiro-, o sea, si intenta seguir donde está ahora u opta a ser candidato a la Xunta. Sí, podría hacer las dos cosas, porque una va antes que otra pero ¿y si pierde la primera? Porque resultaría una especie de suicidio a lo bonzo. Uyuyuy.

Hablando de Lugo -del resto ya os dirá más el pájaro- y por la banda de estribor, casi todo el mundo apuesta por Raquel. Que es una de las mejores colaboradoras de O Noso Presidente y que además de eficaz resulta discreta. Tendría que lidiar con otros aspirantes -por allí el poder familiar sigue vigente- pero se ve que se está ganando desde la delegación provincial de la Xunta, bastantes adeptos.Y además hay quien cree que una mujer sería candidata ideal para visualizar por allí la ansiada renovación. ¿Capisci?