Opinión | Mira Vigo

FERNANDO FRANCO

Poveda, un tipo grande

No llenaba el público el amplio espacio del auditorio Mar de Vigo pero el que estaba, que no era poco, suplió con creces por su entrega al cantante los vacíos de la sala. ¡Qué grande Miguel Poveda! Cuando lo estaba oyendo, sentía que no pudieran disfrutarlo tantos amantes de la copla y el flamenco que hay en Vigo y alrededores. Estoy seguro de que mucha gente tuvo que rascarse el bolsillo para asistir, tan seguro como de que no se arrepintieron. Y es que no era solo Poveda, era un pianista con un historial de alto "standing", Joan Amargós, que hacía del piano un instrumento de gloria, y un guitarrista, "Chicuelo", que le iba a la zaga. A Poveda no le dejaba marchar el público. Preguntadle a Avelino San Luis, presi de la Filarmónica, que yo tenía detrás.

Una emigrante a Mongolia

Estoy leyendo la crónica de dos jóvenes gallegos, Antonio Cervera y Ana González, que emigraron a Escocia dejando en Galicia un buen expediente en la organización de eventos artísticos aunque, paradójicamente, está dando sus frutos allí. No dejan de ser dos historias más de saltos de frontera, aventuras forzadas por la crisis que acaban en retos. Pero yo podría contar el caso de una ferrolana residente en Vigo que se fue nada menos que a Mongolia, y la cosa parece irle cada vez mejor. Sofía Constenla, decoradora que en Vigo hizo como tal entre otras muchas cosas el hotel Pazo los Escudos, vio como bajaba la demanda y el azar quiso que una amiga suya mongola, Setsgee Ishdorg, que conocía en Vigo, trajera a esta ciudad a un amigo millonario de aquel país. La historia acabó en que ambas montaron sociedad en la capital, Ulán Bator, y Sofía tuviera hasta que aprender a caminar por causa del hielo. Pasaron las de Caín para empezar, pero van arriba y tienen trabajo para rato. Ahora están decorando un restaurante español allí, el Quijote. Brava mujer.

Y sin embargo, se mueve

Reabrió La Oliva en el Paseo de Alfonso y, enfrente, El Castro, con nuevas gerencias; en Carral, abrió La Fiorella; en Real, el Amordiscos, un antiguo local rockero afterhours en el que echamos algún futbolín, es ahora una tapería de éxito juvenil; en Fermín Penzol, junto al antiguo Telmo´s, un pequeño local del que os hablaré está rompiendo la maldición de otros anteriores, llenando con sus vinos y tostas; en Laxe, El Castillo, donde probé un "steak tartare" bárbaro... se añadió a la oferta de la calle. "Eppur si muove"...y sin embargo se mueve.

Entre el cocido y las setas

Y en El Canario están hasta el día 8 con unas Jornadas del Cocido Gallego en las que veo que han comprimido como nunca los precios: el cocido, la sopa, el postre de la casa, el pan, el café y agua (no vino, claro), por 20 euros más IVA. ¡Ah, la cacheira ,el lacón de Sarria, el hueso de Xoán, la costilla de cerdo, el tocino.. .Dios los proteja! Y mientras, Toñi Vicente (antiguo Puesto Piloto) me dice que amplía sus Jornadas de Setas hasta el próximo domingo, 3, por 25 euros sin vino. ¡Larga vida a su empanada de cantarellus, su carpaccio de boletus, su atún rojo con cuscús y setas variadas, su presa de ibérico con aceite de acelgas y salteado de setas...!

Alféreces del 62

Pousada del Castillo de Soutomaior. Entre ellos hay médicos, abogados, graduados sociales, profesores mercantiles y maestros pero hay una cosa que les une y por lo que llevan reuniéndose cada año desde 1979: todos han sudado la gota gorda los veranos del 61 y 62 en el campamento de Monte La Reina, como parte de la XIX Promoción de Alféreces Universitarios. Ya no tienen el mismo cuerpo, es cierto, pero les sobra el ánimo.

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