Dicho y hecho. El domingo mencionaba en esta misma página las diferentes versiones que existen a la hora de describir una "inversión por el bien de Galicia" en A Coruña o en Santiago con un "derroche localista" en Vigo. Apenas habían pasado 24 horas cuando el sobado argumento aparecía de nuevo. En esta ocasión el autor era ni más ni menos que el conselleiro de Infraestructuras (también destacado dirigente del PPdeG) el que en una visita a la ciudad nos abría los ojos a todos los "localistas" vigueses. Resulta que, según Agustín Hernández, las subvenciones dadas en Peinador fueron "una promoción sin vocación de futuro" y un gasto que "no incrementó el número de usuarios, sino lo contrario", pero sobre todo aseguraba que Vigo había "dinamitado el Comité de Rutas". Al ser preguntado por las ayudas en A Coruña, la respuesta era bien distinta. Decía el conselleiro que lo que ha hecho su compañero de partido Carlos Negreira es "razonable" porque "tiene todo el derecho del mundo" y sirve "para promocionar la ciudad".
Lo peor es que a los habitantes de esta ciudad ya no nos extraña nada de esto y dudamos si diría lo mismo en el caso de que el PP gobernase en Vigo. En cualquier caso, quizás debamos recordarle a Agustín Hernández que los 1,4 millones de euros que aporta el Concello herculino han servido para "robar" literalmente una línea que funcionaba a la perfección en Peinador. Quizás se olvida que el desplome del aeropuerto vigués se produce desde el año 2008, en el momento en que la Xunta -con el bipartito- comienza a gastarse millones de euros en subvenciones a vuelos nacionales desde Lavacolla. También parece olvidarse que en Alvedro reciben igualmente ayudas los vuelos a Londres, Sevilla o Amsterdam. Quizás no se había dado cuenta el conselleiro que poco antes, en la sala de prensa del Concello de Vigo, el presidente local de su partido se posicionaba en contra de esas ayudas que él apoya en A Coruña y no en Vigo. Curiosamente, Hernández no contestó cuando se le preguntó si Ryanair seguirá cobrando el próximo año. Y claro, va a resultar que Vigo es el malo de la película: Vigo no promociona, Vigo dinamita. Ya no cuela. #salvemospeinador
