Dice avecilla que en el sindicato -pepero- del cabreo hay un ídem del copón tras eso que se supo de la expulsión de militantes de Lugo por "apoyar o suscitar corrientes de opinión contra los intereses del partido". El enfado no se debe sólo a la aplicación del refrán de las barbas propias, las del vecino y el remojo, sino porque la sanción supone, dicen, la recuperación de fórmulas más propias de los viejos tiempos. Pocos suponían que Equiseme -Barreiro- acabaría como Torquemada. Uyuyuy...

La cuestión es que unos cuantos críticos, de toda Galicia, analizan desde que se enteraron de la cosa, la posibilidad de elaborar un escrito de protesta. El pájaro cree que es perder el tiempo, y aún si llegara a concretarse esa idea, el número dos abaixo firmantes no alcanzaría ni para llenar medio folio. Porque, hay que dejarse de cognas: ahí -como en los otros partidos- mucho hablar de democracia interna ytalytal, pero al que se mueva, palo. Y de salir en la foto, milks. ¿Eh?

Por la otra banda, el rollo sigue en impasse. Sí, es verdad que esta semana hay más tiempo para las intrigas, pero no se esperan grandes novedades. Por el lado nacionata se rumorea que habrá una pitanza en Monforte para ver lo del polo, y que están en marcha gestiones con seudo mediadores adscritos a los sectores históricos, pero pintar, no pinta bien. Y lo del Pesoe, peor: las diferentes tribus ni siquiera hablan ya de las mismas cosas. Ni tampoco de ideas parecidas. Aseguran. Ojito.

Y una cosa más. ¿Recordáis lo que susdijo Anacleto acerca de la puesta en marcha -lenta, eso sí- de un proyecto centrista, sin más apellidos, que levanta expectativas de cierto progreso sobre todo en dos provincias? Pues al agente secreto ya le consta no sólo que eso sigue, sino que los promotores están enviando cartas con información y datos, por si hay solicitudes de enganche. Y asegura una cosa: si hay mailing es que en la caja existen pelas. Es raro, sí, pero como dicen los italianos, chí lo sá. ¿No?