Las obras en el Camino de Barciela son como la parrala. No hace nada que levantaron la calle y la parchearon y ya están de nuevo dándole a la piqueta.

Se supone que es, una vez más, para solucionar el problema de las filtraciones que sufren los de la comisión de fiestas de San Martiño, que tienen local anfibio en los bajos de la iglesia.

Si esta vez no dan con el fallo, que les regalen unas katiuskas.

Parece que se han decidido a tapar los bujeros...

¡La caja de las medallas, por favor...! ¡Y las carpetas con los diplomas...! Que hay que condecorar como se merece, al departamento de Vías y Obras que ahora se llama de Fomento, que por fin se ha decidido a tapar con una manita de chapapote los agujeros señalizados desde hace meses en la calle Tomás A. Alonso.

Sin aviso previo ni disparo de foguetería, apareció por allí la Brigada de Intervención Rrrraaaaaapidaaaaa y tras colocar delante, detrás y a los lados los carteles de Mellorando o Futuro se puso manos a la obra.

Del Are More al busiño eléctrico del Casco Vello

En octubre de 2010, Domínguez Olveira y su concejal de Cultura, O Xésus, se cargaron el ARE MORE, pero al poco recularon y dijeron que en el primer trimestre de 2011 presentarían programación y escenario para futuras ediciones. Como con el busiño del Casco Vello, vamos.

Dos años después, ninguno de los dos está ya en la pomada y no se ha vuelto a saber de los dos asuntos...