A veces sucede que al pasar los años rescatamos del recuerdo reflexiones de nuestros mayores, comprendiendo así, al fin, la sabiduría que contenían. Hace tiempo mi padre me mostró su disgusto porque un partido le había clavado una estrella roja a la bandera de Galicia convirtiéndola en su emblema. Sostenía que la bandera azul y blanca era un símbolo que nos representaba a todos los gallegos y que ningún partido debía capitalizarla y asociarla a una ideología determinada. Recuerdo haberle dicho que era un tiquismiquis, y que de igual modo la bandera podría haber servido de telón de fondo a una gaviota o a una rosa.
Estos días, cuando celebramos el 175 aniversario del nacimiento de Rosalía de Castro, he vuelto a recordar las palabras de mi padre. La Asociación de Escritores en Lingua Galega ha proclamado a la escritora: poetisa nacional basándose en que, según ellos, reclamó la redención de la patria gallega. He leído la obra de Rosalía sin haber apreciado reivindicación de patria alguna, sino una poesía preñada de lirismo y de cariño hacia Galicia, sus costumbres y su belleza, sobre todo en la obra poética de su juventud, Cantares Gallegos, en la que Rosalía también lamentaba el desprecio existente hacia una Galicia pobre, hacia una lengua entonces considerada menor, y en la que criticaba el trato abusivo que a los campesinos gallegos se les daba en la Castilla del S. XIX.
A mi modo de ver, resulta tan insensato ver en ello un propósito de redimir una patria como lo sería afirmar que nuestra escritora renegó de la lengua gallega por haber escrito casi toda su obra en prosa en español y por haber elegido esta lengua para la obra poética de su madurez: En las Orillas del Sar. Galicia le ha dado al mundo grandes escritores en sus dos lenguas. Tanto Rosalía como Valle, por poner como ejemplo a los dos más emblemáticos, son autores de quienes los gallegos nos sentimos orgullosos, por su universalidad, por la belleza de su obra y por la maestría con la que supieron retratar a Galicia, cada uno a su manera.
Recientemente un académico de la RAG afirmó que la normalización lingüística, o responde a un proyecto de autogobierno o bien carece de sentido. Una lástima. Otros pensamos que nuestras dos lenguas y la cultura gallega creada en ambas deben pertenecer al ámbito de la comunicación, de la creación artística, y que deberían estar por encima de intereses políticos y partidistas. Creo que mi padre tenía razón, ningún grupo debe apropiarse de lo que es de todos, ya sea una bandera, una lengua o un poema.
* Presidente de Galicia Bilingüe