Opinión

El mito de wikileaks

Jesús G. Maestro - Editor y profesor universitario

Desde hace semanas asistimos al nacimiento y crecimiento de un nuevo mito, el que ha provocado wikileaks al hacer públicos documentos secretos en circunstancias francamente sorprendentes. Se trata de secretos que la prensa va filtrando, no se sabe si porque han sido "hackeados" o porque un militar estadounidense, ahora encarcelado en un cubículo sin almohada ni sábanas del que no sale durante 23 horas al día, los ha entregado a wikileaks. El mito del hacker puede ser falso, porque el procedimiento tradicional del robo ha sido más eficaz.

Al responsable y editor de wikileaks lo acusan, en circunstancias que, sin impresionar, sorprenden, y que en sí mismas pueden constituir una parodia de la gravedad de una violación verdadera, de un acoso sexual tan increíble como poco verosímil. El mito sexual vuelve a tener una cita con lo secreto y con lo público.

Por otro lado, el contenido de los documentos llamados secretos es algo que todo el mundo sabe, intuye y, en su fuero interno, acredita, aunque no pueda probarlo, porque no dispone de medios materiales para hacerlo. A esto se añade que, nos digan lo que nos digan sobre lo que dice wikileaks, tampoco tenemos medios para desmentirlo, porque no tenemos acceso a las fuentes originarias, sino sólo a la prensa y a internet. Nada más. Vivimos en un mundo contado por los demás. Es la forma en que los adultos asumimos los cuentos que en la infancia se nos contaban.

Pero lo grave de todo esto es que durante los próximos años la forma principal del exponer y organizar el conocimiento va a ser el que proporcionan fuentes cuya fiabilidad es igual a cero. Wikipedia dispone de millones de entradas. La Enciclopedia Británica no llega a las cien mil. Pero la Wikipedia no tiene ninguna garantía de estabilidad, porque lo que se lee hoy mañana puede no existir. Wikipedia es un largo palimpsesto informático donde millones de personas trabajan sobre lo que se les ocurre sin saber cuál es su jefe. Pero trabajan gratis, resultado del ocio de la sociedad que no se toma en serio sus conocimientos. Y que olvida que administrar información no es en absoluto lo mismo que disponer de conocimiento. La Wikipedia es el opio del intelectualillo de bolsillo.

Secreto es lo que no se debe conocer, porque afecta al ejercicio del poder y del cumplimiento de determinados objetivos. Está claro que lo que aporta Wikileaks no son secretos, porque ni afectan al ejercicio del poder ni al cumplimiento de los deseos de quienes mandan. Aunque los "afectados" finjan preocupación.

La verdad no necesita ser dicha, porque todo el mundo la sabe, al menos en teoría, aunque en la práctica todos hagamos por ignorarla. Por otro lado, la mentira representa ante todo la imposibilidad de un mundo en común, la negación de una experiencia compartida. El secreto, el silencio, la mentira…, son formas de impedir un mundo entre dos. Es una forma de excluir al otro de un futuro que nos reservamos para nosotros, en una dimensión que permanecerá secreta para la otra persona. Ciertos secretos delatan también cobardía, miedo, puntos vulnerables. Pero todo se sabe, aunque finjamos ignorar muchos de nuestros conocimientos. Hacerse el tonto, el ignorante, el despistado, es utilísimo. Lo cierto es que la verdad no necesita ser publicada, sino consentida, tolerada, permitida. Y eso no se va a autorizar jamás. Por otro lado, el sexo sólo engaña cuando va acompañado del dinero o del amor. La ilusión y la prostitución son sus perímetros más asequibles. Y si no, que se lo pregunten al Sr. Assage. La ilusión es muy mala compañía.

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