El Patio de Cachamuiña

Javier Mosquera

Del Mirador del Paseo de Alfonso y ratas como conejos

Los bajos del llamado mirador nuevo del Paseo de Alfonso, pegadito al olivo, son una inmundicia.

Los vallaron daquelamaneira pero dejando todo el escombro dentro y como sigue siendo un coladero, cada vez hay más de todo lo malo, hasta ratas como conejos que campan a sus anchas para deleite de los cruceristas que, en busca de fotos impactantes, saturan la tarjetas de sus cámaras fotográficas con tanta fauna salvaje.

Si no lo limpian y eliminan a los roedores, los del Concello podían organizar un safari, que es algo que siempre garantiza minutos de gloria en los telediarios...

El Berbés, como siempre, marginal y abandonado

¿Y el Berbés, qué...? Pues como siempre, oye.

Cayó el telón serigrafiado con una de las fachadas desaparecidas y que tapaba el solar con lo que quedaba de ella y sigue al pie el cartelón de la concejalía que desde agosto, seguramente por la avalancha del Cristo, anuncia rehabilitaciones y desvelos varios para darle a la plaza el esplendor perdido, pero que no pasa de la propaganda.

Acaba el Bicentenario con uno de nuestros principales referentes históricos convertido en una ruina y un espacio marginal.

Farolas de pega en A Guía y paseos a la luz de la luna...

P’a nota también, oiga, lo del nuevo Paseo de A Guía, tan preparadito y coqueto para la requeteinauguración y resulta que la farolas son sólo de pega, pues no funciona ninguna. Hay quien asegura que no tienen instalación, por lo que a partir del luscofusco los paseos son bajo la luz de la luna. Debe ser para darle un plus de emoción a quienes buscan el cañon de oro...