Ferran Adría ha dicho que en El Bulli reinventado "comer será secundario". Este asunto de Adría y El Bulli empieza a elevarse al rango de metáfora de nuestro tiempo, de sus levitaciones y de la huida de lo material en pos de lo intangible. Las hipotecas titulizadas, también un modo de alejarse de lo real, están en el origen de la crisis en la que nos seguimos hundiendo. Otros casos serían la suplantación de la naturaleza, y de su percepción directa, por sus imágenes, la sustitución de las relaciones personales, y del contacto físico, por la vida social en las redes, o la simulación de la realidad en los parques temáticos. Tras el imperio de lo efímero, hasta lo efímero se evapora y deja sólo su espectro o cuerpo astral. Tras la era de la comida-basura, la de la comida-arte, una degustación no alimentaria. En el mundo fantasmal en el que vamos entrando será secundario vivir