Ahora que parece ser que el proyecto del arquitecto J. Rafael Moneo sobre el derribo del actual y prepotente edificio municipal y reforma de su entorno podría hacerse realidad con la participación de inversiones privadas, desearía hacer algunas puntualizaciones sobre la posibilidad de recuperación del castillo de San Sebastián, derribado en el año 1972 en su mayor parte de forma ilegal.

Como arquitecto vigués comprometido con el estudio y reivindicación del patrimonio histórico-arquitectónico de Vigo no me explico cómo el prestigioso arquitecto José Rafael Moneo, a quien admiro y conozco su obra, ha despreciado o ignorado en sus estudios y maqueta presentados, la restauración del castillo de San Sebastián. Al contrario, contribuye a deteriorar lo que aun permanece en pie. Se cubre parte del lienzo de muralla del lado este (Paseo de Granada), y por el oeste proyecta una especie de prolongación en zigzag del tramo de muralla, a modo de continuación de la misma, para formar seguramente un muro de contención, con lo que se produce el engaño de que el castillo defensivo tenía una forma que no era la original.

Cuando el alcalde Sr. Soto, los concejales de los grandes partidos políticos, los comerciantes de la calle del Príncipe y la mayoría de los ciudadanos vigueses e incluso un prestigioso arquitecto vigués abogaban por el derribo del antiguo Palacio de Justicia (hoy museo MARCO), yo lo defendí a capa y espada consiguiendo de la Xunta, con el envío de un completo expediente y apoyado por el entonces Jefe de Servicio de Patrimonio Arquitectónico y después Director General, el arquitecto Iago Seara, que se incoase como Bien de Interés Cultural (BIC) con lo cual el alcalde vio truncada la idea de llevar a cabo su derribo ya contratado, para hacer una plazoleta con el poco afortunado estudio (que no proyecto) del taller de Bofill. Hoy en día, después de su restauración, podemos comprobar que es un edificio espléndido y que alberga el mejor museo de Vigo.

En el caso del castillo de San Sebastián no hace falta incoarlo BIC porque ya está considerado como tal en la Disposición Adicional de la Ley del Patrimonio Histórico Español, Ley 16/1985 del 25 de junio de 1985 (B.O.E. nº 155 de 29 de junio de 1985).

Cuando se procedió a su derribo parcial de tres baluartes con una garita y sus lienzos o muros defensivos que los unían, estaba plenamente vigente el Decreto de 22 de abril de 1949 expedido por el Ministerio de Educación Nacional (B.O.E. 5-5-1949).

Los dos primeros artículos dicen textualmente:

"Artículo primero: Todos los castillos de España, cualquiera que sea su estado de ruina, quedan bajo la protección del Estado, que impedirá toda intervención que altere su carácter o pueda provocar su derrumbamiento".

"Artículo segundo: Los Ayuntamientos en cuyo término municipal se conserven estos edificios son responsables de todo daño que pudiera sobrevenirles".

Ante esta legislación resulta patético que sea el propio Ayuntamiento quien promueva el derribo del castillo. Además formaba parte, especificando su nombre y situación, del Inventario de Protección del Patrimonio Cultural Europeo (I.P.C.E.) de los monumentos de arquitectura militar de España de 1968.

El estudio de proyecto presentado por Moneo admite sin merma alguna de su valor arquitectónico la recuperación del castillo de San Sebastián. Aún es más, tengo la certeza absoluta de que lo enriquece.

Los poderes políticos del Concello, de los que pienso que son inteligentes, se darán cuenta de la necesidad de recuperación de nuestra memoria histórica al condicionar el proyecto a la restauración del castillo de San Sebastián que, juntamente con las murallas de la ciudad y la fortaleza del Castro constituían las principales defensas desde mediados del siglo XVII.

Si un alcalde fue el responsable del ilegal derribo de parte del castillo, otro alcalde podría ser a quien cupiese el honor de restaurarlo para el pueblo de Vigo ya que forma parte esencial de la historia de la ciudad.