Los países de la UE que más crecieron durante el dilatado periodo de expansión que precedió a la crisis fueron España e Irlanda. Ahora están por ese orden en la cola para salir del agujero. El caso irlandés es notable. A ningún analista de economía le suelen gustar las hemerotecas, por miedo a quedar sepultado bajo sus propios análisis y pronósticos en el pasado. El milagro irlandés, basado, sobre todo, en la muy baja fiscalidad de las empresas, fue cantado hasta la afonía por los mejores bardos liberales del orbe. ¿Habrá que desempolvar textos, y hacer que unos cuantos descubridores de la pólvora irlandesa se metan debajo de la cama?. Mejor no: en tiempo de crisis hay que reducir la tasa de crueldad, para no añadir mala sangre al bajo tono vital. Cuidemos el karma. Extraigamos sólo esta enseñanza: en economía los milagros antes o después se pagan. O sea: a largo plazo no los hay.