Despejadas las últimas incógnitas en lo que a la nueva Xunta se refiere, y a la espera de que se decida en el PP si la Secretaría Xeral la mantiene Alfonso Rueda o pasa a otros -suenan Carlos Negreira, presidente provincial, o Diego Calvo, responsable de organización del PP coruñés- la atención política se centra ahora en la izquierda, que perfila sus equipos para afrontar la oposición.

A estas alturas es ya un secreto a voces que se va abriendo camino la idea, tanto en el Bloque como en el PSdeG, de reforzar el papel colegiado de las directivas futuras, a la espera de que tras las elecciones municipales, quienes salgan ahora mantengan las posiciones actuales. Al menos,

Una gran parte de los cuadros de ambas fuerzas -y ése es también un secreto a voces- creen que esa condición de provisionalidad, y la ausencia de liderazgos claros, exige un esfuerzo especial del colectivo y por ello se inclinan, tanto socialistas como nacionalistas, hacia fórmulas distintas a las seguidas con Pérez Touriño y con Anxo Quintana.

la transición

En lo que al PSdeG-PSOE se refiere, es casi seguro que el día 25 habrá una sola lista, la de Manuel Pachi Vázquez, que cuenta con el respaldo de la dirección en Madrid -José Blanco se lo dio hace ya semanas- y con amplios apoyos provinciales, salvo en un sector de A Coruña.

La primera consecuencia del relevo sería, probablemente, el pase a segundo plano del portavoz parlamentario, Xoaquín Fernández Leiceaga, ya que el puesto sería ocupado por el propio Vázquez, secretarui xeral. Cabe que éste aparezca como presidente del grupo y se mantenga Leiceaga, pero Pachi sería el encargado de aparecer en todos los debates de alguna relevancia.

Manuel Vázquez, que declaró su intención inicial de no ser candidato a la Xunta en 2013 -aunque eso podría ser revisado, como es natural-, orientará su actuación desde la Secretaría Xeral del PSdeG en reforzar el partido y su protagonismo en la sociedad gallega.

el dilema

En el Bloque el panorama es bastante más complicado. Con la UPG de Francisco Rodríguez como segura ganadora de cualquier votación importante, aunque quizá sin mayoría absoluta, y los llamados quintanistas en segundo lugar, será el Encontro Irmandiño de Xosé Manuel Beiras quien incline la balanza, si quiere.

Abiertamente enfrentados -sobre todo en Coruña capital- con Carlos Aymerich, de quien sospechan aunque lo niegue un acuerdo final con la UPG a costa de otro Vázquez, Guillerme, los partidarios de Beiras pondrán condiciones severas, sobre todo de organización y reforma reglamentaria, para empezar a hablar de cualquier posible acuerdo.

La posibilidad de una salida numerosa de militantes de las filas nacionalistas, e incluso de una escisión en el Bloque dinamizada por seguidores de Beiras, no se excluye aunque se reduce a un horizonte ”absolutamente dominado” por la UPG en todoos los campos de la actividad nacionalista. Y es un secreto a voces que tal hipótesis se pueda producir.

mala leche

Un secreto a voces, en fin, es el que se refiere a la posibilidad de que los sindicatos agrarios se planteen la convocatoria de una huelga general si el problema lácteo no se resuelve.

La huelga no se llevaría a cabo contra la nueva Xunta de Núñez Feijóo, pero en todo caso “amargaría” su debut, y ésa es la razón por la que algunas organizaciones son reticentes y optan por otras movilizaciones de menor alcance. Por el momento.