Como ya no se venden miles de wáteres para miles de viviendas nuevas, el principal fabricante del sector publicita su sanitario de vanguardia para llevar a las casas de los ricos españoles el pasmo que sienten los españoles ricos cuando viajan a Japón. Es un wáter que hace todo menos lo que debe hacer una persona en él. Es un wáter papirófobo -no necesita papel- que limpia con agua y seca con aire. Es el primer wáter manos libres, un plus que aprecia mucho este estadio del “homo habilis”.

En su asiento se hace lo de siempre pero de otra manera y como hay una diferencia de precio que muchas personas no consideran necesario pagar para la misma función, la publicidad vende que se trata de “una verdadera experiencia de higiene íntima”. Las palabras clave son “experiencia” e “íntima” para el público femenino y “experiencia” para el masculino. Higiene ya la aporta el wáter bobo que tenemos todos en casa. El atractivo para cambiar de modelo es una “experiencia íntima” como refuerza la fotografía de esa mujer con los ojos cerrados y la sonrisa de esa satisfacción a veces está oculta en los orificios corporales y, en general, a un lado u otro del perineo. El servicio con nuevos servicios integrados va más allá de los inodoros (eufemismo aceptado) tradicionales que hacían el trabajos sucio con resignación menestral y ofrece tecnología con eficacia ingenieril que da un plus de placer caro al placer más modesto y, afortunadamente, solitario de la especie.

La oferta es buena y el momento adecuado. Sigue habiendo mucho dinero en manos (libres) de los ricos, que conservan las ganas de gastarlo pero como el momento exige discreción (como el anterior exigía ostentación) qué mejor que invertir en el retrete, ese cuarto que ahora ha quedado para evacuar el vientre y/o vejiga pero que en origen era el lugar al que retirarse. Más oculto e íntimo que el retrete no lo hay. Aproveche la crisis para ponerlo al día con un viejo utensilio renovado con I+D+I, que ofrece más valor añadido y que, seguro, deja más beneficio aguas (menores y mayores) abajo.