"Violación de derechos humanos". Con esta expresión antiséptica nos referimos a los grandes crímenes, a las transgresiones feroces, a los asesinatos que se cometen desde los despachos con moqueta. Si usted mata a su vecino, lo veremos llegar al juicio con el rostro tapado por el abrigo y lo veremos salir entre los insultos de la gente congregada a la puerta del tribunal. Y usted se lo merecerá, por haber quitado la vida a un ser humano. Pero si usted, en vez, de liquidar a un individuo concreto, se limita a cometer una "violación de los derechos humanos", es decir, a asesinar a lo grande, a usted no le pasará nada. Y si el juez le requiere, no tendrá que taparse el rostro al entrar en la sala, sino que lo mostrará con orgullo a las cámaras. Sí, yo fui, dirá retadoramente a la prensa, y lo haría otra vez. A la puerta del juzgado, en vez de los parientes de las víctimas, le recibirán sus incondicionales con aplausos y vivas.

La guerra de Irak fue un caso flagrante de violación de derechos humanos. Se mató a lo bruto, se destruyó sin tasa, se violó sin medida. ¿Hay alguien en la cárcel por eso? Nadie, no hay nadie. Pero mate usted a su vecino y verá la que le cae encima (y con razón). Secuestrar a la gente está prohibido. Pero si además de secuestrarla la trasladas en la bodega de un avión a un zulo donde la torturas de manera incesante, te estás jugando la perpetua, al menos que lo hagas a lo grande, en plan Bush. Si trabajas al por mayor, puedes incluso llegar a acuerdos con políticos de otros países que colaborarán sin problemas con tus crímenes. Algunos políticos españoles firmaron, en la época de Aznar, un documento por el que se hacían cómplices de tales acciones. Pero no se ha juzgado a nadie ni se juzgará, porque hemos decidido denominar a esa barbaridad "violación de los derechos humanos", una cosa que está más o menos bien vista.

El Vaticano se ha opuesto hace unos días a una iniciativa para despenalizar mundialmente la homosexualidad, que en muchos países significa una condena a muerte. La posición de la Iglesia no ha provocado ningún escándalo porque estamos de nuevo ante una "violación de los derechos humanos". Vaya por Dios.