Igual que ocurre en los funerales (una de las reuniones donde más chistes se cuentan) la crisis del capitalismo no deja de tener aspectos divertidos. Y chocantes. Por ejemplo, la primera subasta del Estado español para dar liquidez a la banca quedó semidesierta al tomar las entidades solo 2.115 millones de euros de los 5.000 ofrecidos. Según ha trascendido, las cajas de ahorro (entre ellas Caixa Galicia) y los bancos pequeños (como el Sabadell- Herrero) cogieron el dinero que necesitaban, pero los bancos grandes (Santander, BBVA y La Caixa catalana) se abstuvieron para no aparentar una situación de penuria ante la clientela.

Es decir quelo mismo que hay una pobreza vergonzante existe una riqueza vergonzante que no quiere dejarse ver por la cocina económica tomando el plato de sopa que le ofrece el Gobierno. Sería de pésimo efecto (después de haber presumido gobernantes y banqueros españoles de disponer de una posición sólida en medio de la tormenta financiera mundial)que viésemos al señor Botin, al señor González y al señor Fainé en la cola de los menesterosos Y algo parecido, por contradictorio, podríamos señalar sobre la escandalera organizada a propósito de la posible adquisición por la petrolera rusa Lukoil del paquete de acciones (20%) que la constructora Sacyr, en apuros financieros, tiene en Repsol, al que podría añadirse el 9% propiedad de La Caixa catalana.

El PP (que privatizó Repsol en su etapa de gobierno) califica la operación de "inmoral" y se opone a ella por razones de Estado, postura en la que, curiosamente, coincide con el ex presidente socialista Felipe González. Mientras, el Gobierno socialista parece estar dividido y algo confuso. Hasta el punto de que el señor Zapatero ha querido tranquilizar a la opinión pública argumentando que una empresa privada rusa como Lukoil , cuyo accionista principal es un conocido mafioso, es mucho más fiable como socio que una empresa rusa pública como Gazprom, uno de cuyos asesores principales es ,por cierto, el ex canciller alemán Gerard Shroeder, un correligionario suyo. Pero si todo esto ya es chocante en cuanto al fondo ,aún lo es más la forma en que se puede desarrollar la operación. Por lo que he leído en la prensa, Sacyr compró a crédito sus acciones por 4.754 millones de euros y las vende por 9.000 millones, aunque Lukoil no los pagaría en efectivo pues su intención es simplemente subrogarse en la deuda.

Dado que, la entrada de la petrolera rusa también podría poner en peligro a Fenosa y Gas Natural, un nacionalista gallego, el vicepresidente de la Xunta, le pide al presidente del Gobierno español que dé "un puñetazo en la mesa" y resuelva la cuestión. O dicho en otras palabras, que nacionalice el porcentaje de Repsol a la venta para defender, se supone , la "españolidad" de la petrolera y la "galleguidad" residual de Unión Fenosa. La propuesta tiene su lógica, y más si tenemos en cuenta que el gobierno acordó socorrer con 70.000 millones de euros de dinero público a la banca privada, que no ha corrido mucho para coger la primera entrega. A todo esto, en la ciudad donde resido hay una refinería de Repsol que causa no pocas molestias y ya ha provocado dos catástrofes ecológicas al naufragar dos de los buques que la servían. ¡Ah!,por cierto, Repsol también patrocina al Athletic de Bilbao, equipo que no acepta jugadores rusos en su plantilla. Menudo lío.