Allá en lo alto

No digo que yo fuera el último vigués en visitarlo pero sé a fe cierta que por allí pasaron muchos ya. Hablo del Vilarosa, el restaurante tapería que tenéis en Cedeira (Redondela), cerca del Sube si Podes. Me llevó allí José Ortiz, un tipo cordial y bien plantado que lleva aquí González Byass. A José le aposté una botella de su vino Beronia (pero el "198 Barricas", que es su niña bonita), gané (no cuento la apuesta) y me dijo: "Vamos a tomarla allá en el Vilarosa". Y qué sorpresa este antiguo furancho rehabilitado allá en lo alto, antes de llegar desde Vigo a Casa Paco a la derecha. No es sólo la terraza sobre la ría, que se ve toda ella, es la calidez de sus comedores interiores de piedra y madera trabajados por la mano de José Luis Villar, "padre padrone" de Rosa y Belén, que son las nobles mesoneras. Comimos con José Carlos González, hace mucho empleado de Torres y Sáez, ante un ventanal a la ría. Yo, unas cocochas al pil pil (con sorpresa), un guiso de corujo y buñuelos al chocolate, pero oí hablar bien de los buñuelos de bacalao, del arroz con vieiras, las ensaladas templadas... Y rematamos con un ron Flor de Caña. ¡Salud, Vilarosa!

Los chicos del coro

¡Ah, el mundo de los coros! Es una parte de nuestra cultura popular y os sorprendería saber cuánta gente canta en ellos que no los imagináis que lo hagan ni bajo la ducha. Sé que los del coro de la Colegiata de Vigo andan buscando cantores pero otros, como el Apóstol Santiago, deben estar completos; al menos actúan el viernes, que es Santa Cecilia, en Santiago de Vigo, a las ocho y media de la tarde, dirigidos por Rimas Zdanavicius,profesor en Mayeusis. Vais a tener a Haendel o a Bach, por citar los más notables, pero también piezas de ocho o nueve más, y los vais a oir de voces como las del arquitecto José María Catalán y su hermana Sanse, de los ingenieros Fernando Portanet y Joaquín Colunga, del empresario Juan Santodomingo, de la pintora Puri del Palacio... en fin, de Lidia Díaz-Mella, Chiña Cividanes...O sea que, sin su permiso os desvelo la identidad de algunas de las voces. Mañana es la cita coral en la iglesia.

Rápido de Sabarís

Se acerca, se acerca ese día en que los del Rápido de Sabarís, aquel equipo legendario de los años 60 y 70, se reunirán en una cena en Viladesuso. Será el sábado, y comenzará rogando a Dios (por si acaso) con una misa en la iglesia de Santa Cristina de Sabarís, como hace casi 50 años. Después reunión en el atrio, como en los años 60, no con aquellos cuerpos esplendorosos sino con más calvas y barrigas pero contentos. Y después al restaurante, en donde atacarán centollos, langostinos, vieiras, rape, ternera... ¡y orquesta! No llaméis el domingo por la mañana a gente como Titin, Luis Blach o Soliño ni a Ramiro, Puskas, Lalo, Tito, Jesús Vilar, Julio Mosquera, Lito I o Lito II, los ex alcaldes Manolo Vilar (Baiona) y Villar (Nigran)... Están de rehabilitación.

El lujo de David

Volvía uno de la interesante conferencia que sobre periodismo dio Fernando González Urbaneja en el Centro Social Caixanova cuando me encontré la nota enviada por David Quintanilla, que sólo me escribe cuando tiene algo muy especial. Y es que mañana, a las diez y media actúa en La Casa de Arriba (Iglesias Esponda) un cantante que no conozco pero dicen que es un lujazo para las 50 personas (10 euros) que caben: Lisandro Aristimuño. Id a Internet y veréis. Me lo dice David, El País, la revista Rolling Stone... Y aprovecho: el sábado, a las 11, tendréis en el Contrabajo a los portugueses The Partisan Seed, con su indie-rock y sonidos sofisticados.