Disfrutar con lo cercano

¡Qué bueno, aprender a disfrutar con lo pequeño, lo cercano! Por ejemplo, un recorrido por las exposiciones de estos días en Vigo: los murales de FARO en la Estación Marítima, la buenísima retrospectiva del fotógrafo Paul Strand en la Fundación Barrié de la Maza, la de Victoria Diehl ("Frías, frágiles, durmientes"), al lado, en Caixa Galicia...Uno hizo este el viernes y otro más lúdico el sábado noche, con tres horas y tres o cuatro paradas de repostaje. Partí con el pintor Lois Corvera de la Plaza de la Constitución y el Gamboa fue primera parada, donde ante un vino Bibiano Morón me contó su reciente experiencia en el WOMEX de Sevilla, ese festival de músicas del mundo y efectivo mercado de contrataciones. Segunda parada, en La Trastienda del 4, en la calle Pablo Morillo, que está lleno desde que abrió y donde charlamos con Alfonso Paz Andrade y Elizabeth Taylor (cada vez más guapa). Tercera, en la Taberna Andaluza de Montero Ríos 34, donde picoteamos algo, oímos a Los Potros, un grupo gitano de Pontevedra que sonaba bien, y quedamos admirados ante un femenino cuarteto que allí cenaba, Nieves, Dolo, Vicky y Marta, por la luz que daba al espacio escénico. Ozú. Cuarta parada, en el Café de María, donde se nos juntó el brasileño Enoque de Meneses e hicimos encendido saluda a Carlos y Vicki Santiblanc. A la salida topamos con Xan de Aldán, que debe sumar ya 45 años viviendo o resistiendo de la música. ¡Forza, amici!

De los que se fueron

Alguna vez hablamos aquí de los amigos que se nos van, y lo hacemos sin dramatismo, como ellos quisieran porque, al cabo, el dolor por su ausencia queda entre nosotros, los vivos. Se nos fue el otro día el afable Miro Vicente, el hermano de Toñi Vicente, que muchos conocisteis sino en Tomiño, su enclave familiar, en su etapa hostelera con esa inmensa cocinera que es Toñi en aquellos años del Síbaris de Vigo o de la posterior, en el Doña Antonia de Pontevedra. Sabía que su suerte estaba echada, se fue de la mano de los suyos y sus cenizas se esparcieron por donde quiso: el río Miño de su infancia. Y, casi al tiempo, José Manuel Pintos, un hombre que dejó afectos especialmente en ese mundo de los coches y los rallies que tanto le ilusionaba. La radioterapia no impidió que participara el pasado 25 en el de Clásicos de Vigo, en donde se sintió indispuesto y podríamos decir que falleció haciendo lo que le gustaba.

Y un cumpleaños

También hay que hablar de quien cumple años, y saben valorar cada día que vivimos. Lo digo al enterarme de que el vigués David Reboredo cumple el viernes 55, o sea que ha llegado a la mitad de la recta entre los 50 y los 60. No sé lo que le va a regalar Magdalena Alonso, su "donna", o si está preparándole una canción dedicada pero apuesto doble contra sencillo que Eni, su hija, lo va a celebrar por lo alto.