Unos llegan rodeados de la mayor curiosidad y hasta con el morbo de las divisiones internas, como los tres que ha desarrollado el PP desde el Congreso nacional valenciano. Otros son casi de trámite, por su previsible desarrollo y por su propia tradición. Y algunos otros, aportan la trascendencia y el relieve de ser distintos y poco menos que irrepetibles. Entre los primeros, los del PP se están llevando la palma... La palma del martirio. Y están poniendo a prueba a sus dirigentes nacionales, que a menudo se ven en la necesidad de intervenir y hasta de verse abucheados. Los congresos de Cataluña, Baleares y País Vasco, del PP, todos han seguido la huella del propio Congreso valenciano, en el que Rajoy se esforzó porque hubiera candidato único y poco menos que "unidad de doctrina".

Alicia Sánchez Camacho, Estarás y Basagoiti son los tres presidentes regionales, sólo el segundo reelegido, y cada cual forzado a hacer juegos malabares, en adelante, para que las respectivas oposiciones interiores no desborden al aparato ni regional ni estatal. Montserrat Nebrera aparece como la más guerrera y beligerante de todos, frente a Sánchez Camacho, junto con Esperanza Aguirre, ésta frente a Rajoy, en el Congreso que el PP madrileños desarrollará en septiembre. Antonio Basagoiti es también consciente de que no tendrá fácil su continuidad en el cargo, por más que él mismo y Rajoy hayan arengado a sus masas hablando de la aspiración del PP a ser un partido decidido a competir por el Gobierno de Euskadi. Rajoy y Basagoiti saben que les sobrevuela la sombra de la ausente, de María San Gil, cuyas tesis anti PNV, por cierto, prosperaron en el Congreso, rehabilitándose de las censuras que se produjeron en el Congreso de Valencia.

En Andalucía se ha desarrollado el Congreso de los socialistas, con la nula novedad de que Manuel Chaves vuelve a sucederse a sí mismo... por quinta vez consecutiva y ya anuncia su candidatura para la presidencia de la Comunidad en el nuevo mandato que se iniciará en 2012. A Chaves le gusta el cargo, resulta evidente, y además, no parece que vea a su alrededor a nadie que pudiera disputárselo, ni que nadie, desde fuera, le haya sugerido otro nombre ni otra posibilidad. Algún día, el presidente nacional del PSOE nos sorprenderá a todos con el anuncio de que entiende que ha llegado al final de su dilatada vida pública, y que quiere dedicarse a otras actividades o aficiones más personales.

Por lo que se refiere al Congreso de los convergentes catalanes de CDC, tampoco hubo novedad ni en el nombre del reelegido ni en sus proclamas. Artur Mas, reelegido secretario general de CDC y candidato a la Generalitat de Cataluña, vuelve también a apostar por una Cataluña libre y soberana, sin renunciar a la autodeterminación, reitera que su formación política -Convergencia más Unió, CDC- sólo apoyará a los socialistas si atienden sus reclamaciones, y proclama y anuncia que ésta será la última vez que aspira a la secretaría general de su partido.

Los convergentes también decidieron que Pujol será el presidente vitalicio, y Mas le agradeció que no haya interferido desde su retirada en el día a día. Artur Mas parece que empieza a sospechar que jamás llegará a ocupar la presidencia de la Generalitat ni llegará a ser molt honorable...