En la ciudad donde resido se ha inaugurado un monumento a la Virgen del Carmen, y en un municipio cercano otro, al "Ché" Guevara. Hay un cierto paralelismo entre ambos. Los dos tienen un respetable tamaño ( el de la Virgen mide más de cuatro metros de altura, aunque en el proyecto inicial se barajó la posibilidad de que alcanzase los dieciséis, y el del Ché cerca de ocho) Los dos están situados en lugares céntricos y frecuentados. Los dos son objeto de culto y veneración. Los dos fueron causa de una cierta polémica. Y los dos son el fruto de la voluntad de dos alcaldes que llevaban más de veinte años de mangoneo absoluto en el cargo, eso si, por mayoritaria voluntad democrática. El del concejo vecino aún se mantiene aferrado a la vara de mando y el de la ciudad donde resido fue parachutado como embajador en El Vaticano por un gobierno de su partido que empezaba a estar harto de él. La gestación del proyecto de monumento a la Virgen del Carmen levantó una cierta polvareda ya desde su inicio. Los argumentos de sus detractores eran contundentes. Unos no entendían muy bien porqué el alcalde se empeñaba en colocar la imagen de la patrona de los marineros en un puerto que él quería cerrar al trafico para poder construir viviendas en los muelles. A otros les parecía mal que la estatua de la Virgen desplazase de su sitio a la que se había erigido, en el mismo lugar, en honor de Francisco Javier de Balmis, máximo protagonista de la expedición filantrópica que llevó la vacuna de la viruela a las colonias españolas... Y, en fin, unos terceros calificaron de megalomanía que el conjunto escultórico se ubicase en un paseo que iba a llevar el nombre del referido alcalde, y justo enfrente de una casa de su propiedad que había dado lugar a un escándalo formidable. Además, no faltó quien recordase maliciosamente que la mujer del prócer se llama Carmen, el mismo nombre de pila que llevan su hija y su nieta. La sospecha de que algunos alcaldes decoran las ciudades que rigen con el mismo estilo hortera que el salón de su casa está muy extendida. Por contraste, el caso de la estatua del "Ché" Guevara, aunque parecido en la forma, es distinto en el fondo. El alcalde del vecino concejo es un hombre polémico que, al frente de una peculiar agrupación vecinal adquirió fama, en sus primeros años de mandato, de desarrollar una política urbanística y social que era la envidia de los concejos colindantes. Calles, jardines, parques, e instituciones públicas llevan el nombre de científicos, literatos y pensadores eminentes Y bastantes estatuas, como esta del "Ché" Guevara, están dedicadas a personas de izquierda o de talante liberal. Lógicamente, el populismo izquierdista del alcalde, que contrasta con algunas actuaciones inmobiliarias poco claras, está muy mal visto por ese sector de la población que ha escogido el concejo para instalar su residencia de lujo. Puestos a enredar la polémica, podríamos proponer el intercambio de monumentos entre los dos concejos, para ver qué pasa. La Virgen del Carmen para Oleiros y el "Ché" Guevara para el puerto de A Coruña Al menos, teóricamente, se trata de dos corporaciones de izquierdas.