Diez años antes de que la selección española de fútbol ganase su primera copa de Europa (junio de 1964), le fue concedido al escritor norteamericano Ernest Hemingway el premio Nóbel de Literatura. Entre otros méritos, por su famosa novela breve " El viejo y el mar", que había obtenido un éxito extraordinario. Cualquier aficionado a la buena lectura conoce la historia. Un viejo pescador cubano, muy aficionado al béisbol, lleva cuarenta días sin hacer las capturas necesarias para garantizar su sustento. El dinero escasea y hasta el muchacho que le ayudaba tiene que dejarlo porque no le puede pagar. La situación es casi desesperada, pero el hombre aún confía en que su conocimiento del oficio le permita echar las redes a un gran ejemplar que le compense de tanta penuria. Al fin, un pez ,que luego resulta ser enorme, pica en el anzuelo y lo arrastra mar adentro durante tres días. Mantiene con él una lucha titánica hasta que, después de cansarlo, logra hacerlo subir a superficie y lo mata de un arponazo. Y como no lo puede echar a bordo por su tremendo peso, decide amarrarlo al casco del barco. A partir de ahí comienza un azaroso regreso a puerto porque los tiburones acuden al rastro de la sangre que va dejando la pieza cobrada y todo su esfuerzo debe concentrarse en salvarla de las dentelladas. El esfuerzo es inútil y al final solo consigue llegar a tierra con el esqueleto mondo y lirondo. No obstante, la hazaña merece la admiración de sus colegas, el joven ayudante retorna , y el viejo pescador, recobrada la esperanza, decide volver a la mar. He recordado esta historia al ver el trato dispensado a Luis Aragonés, seleccionador nacional de fútbol, por un influyente sector de la prensa, radio y televisión madrileña. Durante estos últimos cuatro años, tanto el seleccionador como los directivos de la federación que lo nombró han recibido feroces y constantes ataques. Muchos de ellos insultantes. Del seleccionador se dijo que era un viejo tozudo, de carácter inestable, que debía jubilarse y dejar paso a otra persona más moderna y preparada Pero el señor Aragonés resistió con éxito la presión , no modificó su línea de trabajo, ni se plegó a los caprichos del "lobby". El más acuciante es que debía incluir en el equipo al llamado Raúl, un multimillonario que aún acude a trabajar de pantalón corto, y es santo y seña del "madridismo" imperante y de las esencias castizas.( ¿Qué será eso?) Por fortuna, no sucedió así y fuimos capaces de ganar el campeonato de Europa, desplegando un juego extraordinario, sin echar para nada en falta al mencionado Raúl, ni a su escudero de confianza, un tal Guti. Aunque habrá que desconfiar de que la tabarra no continúe con un nuevo seleccionador en el cargo. Ayer, de madrugada, y con todo el país celebrando el éxito, un destacado locutor del "lobby", además de obviar cualquier clase de elogio a la tarea de Luis Aragonés, ya apuntaba la posible inclusión del multimillonario en la lista de convocados para las eliminatorias de los próximos mundiales de fútbol. Este muchacho, si no le paran los pies, va a hacer bueno a aquel García al que tanto criticaba.