Parece que con lo de las fuentes públicas hay un problema...

A ver, campeón, que con eso de las fuentes públicas y la garantía de potabilidad de sus aguas parece que tenemos un problema.

Uno más.

Entre el envío de mogollón de árboles al matadero y manantiales contaminados, no ganas para disgustos en la cosa del Medio Ambiente. Parece que los tiempos del agua salutífera gratis y las colas del personal llenando garrafas han pasado a la historia y ahora se trata de que los vecinos fajan jasto de la traída.

Vale la dificultad para garantizar permanentemente la potabilidad del agua, pero a lo mejor la limpieza y cierre de minas y pozos -que deja mucho que desear-ayudaba un poco. Y analíticas más frecuentes, aún más.

¿Y si las convertimos en ornamentales?

Y como ya se sabe que agua que no has de beber, déjala correr, a lo mejor era el momento, oye, de convertir grifos en chafarises y caños en surtidores, transformando cada chorro en una fuente ornamental. Ya te imagino anunciándolo: Vigo, la ciudad de las 350 fuentes. O más. Algo, sin duda, extraordinariamente importante.

Y para completar el ciclo, derivando el agua después para el riego de zonas verdes próximas, lo que aligeraría de manera considerable el consumo de la de Eiras.

La concejala y la sensación de suciedad

Brillante, oye, lo de la concejala de las imaginarias. Disque Vigo no está sucio, sólo que hay sensación de suciedad. Se ha puesto a la altura de Calviño y su subida teórica de los parkings. A este paso superan al de las sugestiones colectivas...