De vez en cuando, a los jefes de Gobierno se les reprocha que se dedican demasiado, o demasiado poco a la política exterior, o que, por razón de esa dedicación mayor o peor, nuestro país pierde o gana presencia en el tablero internacional. Se suele indicar que los jefes de Gobierno se vuelcan en la política exterior cuando tienen demasiados problemas interiores, y quieren distraerse fuera, o bien, todo lo contrario, se critica que sean escasos los viajes al exterior. No se sabe bien, o no hay unanimidad, sobre qué es lo más recomendable, si mucha o poca atención a las cuestiones exteriores para un jefe del Ejecutivo.

Pues bien, este lunes, el jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, y en un marco exquisito, el Museo del Prado, y con un público igualmente selecto, los diplomáticos extranjeros que ejercen en España, quiso implicarse directa y abiertamente en la política exterior, hasta convertirla en prioridad, anunciando una potenciación de su estrategia internacional en este su segundo mandato. Aspira Zapatero a que España tenga más voz en el mundo... Justamente sucede en los días en que han sonado las alarmas por causa de los resultados de la consulta de los irlandeses sobre la construcción europea, acerca de los cuales también se vio obligado a opinar Zapatero.

El jefe del gobierno español ``se une al eje París Berlín para sacar a Europa de la crisis´´, y, si bien entiende el no irlandés, pero pide respeto para la mayoría de la UE. Zapatero niega la parálisis europea y anuncia una serie de decisiones e iniciativas para relanzar los aspectos exteriores de España: África será uno de los ejes de la política exterior, hasta el punto de anunciar tres giras por África, otras tres por Asia y viajes a Oriente Próximo.

Curiosamente, una de las razones que se da para ese anuncio de volcarse en la política exterior es animar la economía. En esta etapa de crisis económica, la agenda internacional del Ejecutivo debiera servir para ayudar a las empresas españolas y para proyectar una imagen de solidez de la economía que atraiga inversiones. Zapatero se comprometió a reforzar el liderazgo de las grandes empresas españolas, muchas de ellas ya con un papel relevante en sectores como las telecomunicaciones, la energía, el turismo o los transportes. Zapatero entiende que hay margen para mejorar la capacidad de exportación y de abrir mercados y culminar una red de acuerdos para la protección de las inversiones españolas. Cada vez más la política exterior está vinculada con la economía, y las nuevas circunstancias económicas no debieran perjudicar a los objetivos del estado del bienestar.

De modo que, según el anuncio presidencial, la política exterior será uno de los ejes de la legislatura que se está comenzando, a diferencia de la anterior, cuando la mayor parte de las atenciones se concentraron en la política interna. Hace caso a quienes criticaban precisamente esa carencia de atenciones exteriores.