La aplicación efectiva de los límites de velocidad (debido a los radares) colapsa la M-30 en Madrid; algo muy lógico: a menor velocidad, menos fluido recorre un conducto. Hans Magnus Enzensberger («Migajas políticas») había escrito una divertida parodia basada en la siguiente ley: el tráfico se mueve gracias a la trasgresión, no al cumplimiento y, bajo un estricto cumplimiento de las normas, se dejaría de circular. La ley es aplicable a casi cualquier sistema complejo y explica el éxito de una huelga de celo, que a través del riguroso seguimiento de la normativa paraliza una actividad. En la parodia de Enzensberger, un político cae en depresión cuando el científico de sistemas complejos le explica que si todas las normas que dicta se aplicaran, llegaría la parálisis, hasta que el científico le aclara, después, que aunque la infracción salva al sistema, sin norma no habría infracción.