Con notable antelación se supo que el jefe del gobierno de la Nación, José Luis Rodríguez Zapatero, recibiría al lehendakari Juan José Ibarretxe. Se conoció la noticia apenas el jefe del gobierno vasco anunció su propósito de convocar un referéndum en el que las vascas y los vascos determinarán cuál es su voluntad para establecer el futuro que tendrá Euskadi. Desde ese doble anuncio, de Ibarretxe y de Zapatero, ambos han ido avanzando las posiciones que verosímilmente mantendrían ayer en el palacio presidencial de la Moncloa.

Una y otra vez, Ibarretxe señaló que en modo alguno la banda ETA establecerá el calendario político de Euskadi, aunque con anterioridad, había indicado que su consulta a los ciudadanos no se llevaría a cabo hasta que hubieran terminado las violencias de la banda. Por su parte, el jefe del gobierno español, Zapatero, ha sido especialmente insistente en establecer dos cosas: que esa consulta con la que sueña Ibarretxe no tiene cabida en la legislación española, y que por tanto no tiene la menor viabilidad, pero que tampoco será preciso recurrir a medidas extraordinarias del tipo de las que ha pedido la oposición del PP: disolver la autonomía vasca, reducir y encarcelar a su presidente, enviar las tropas para reducir al presunto sedicioso, etc...

Desde luego, el tono que ha mantenido Zapatero con el que ha acuñado Rajoy es radicalmente distinto. Zapatero ha practicado el talante y la relajación frente a la angustia y agonía opositora. Naturalmente, cada cual ejerce su propia tarea y lo hace con los recursos que le parecen más convenientes. Incluso puede que no haya estado mal y haya sido adecuado ese reparto de papeles. En todo caso, se ha producido plena coincidencia entre el jefe del Gobierno y el principal jefe de la oposición en que el lehendakari tendría que recibir un contundente y aplastante no a su iniciativa-ocurrencia. No ha lugar, señor lehendakari. Antes que consultar a los vascos, debiera ocuparse usted de alcanzar unos mínimos de consenso entre los políticos para revisar el Estatuto de la Comunidad...

Y dicho lo cual, no es improbable que el presidente Zapatero invitara a su interlocutor: pasemos a intercambiar opiniones e informaciones acerca de otros cuantos asuntos que preocupan a vascas y vascos. Los propósitos de ETA, la violencia callejera y cómo afrontarla, las detenciones de los dirigentes de Batasuna y el papel que ahora ejerce Pernando Barrena, el sorprendente disparo que recibió un sargento del ejército... Hay muchos asuntos para hablar sobre Euskadi.