La noticia económica de la semana ha sido la oferta amistosa de adquisición lanzada por Imperial Tobacco a Altadis. La operación de la tabaquera británica es una muestra de la transparencia propia del capitalismo anglosajón. Con luz y taquígrafos, Imperial ha realizado una propuesta que tiene sentido empresarial, estratégico y resulta beneficiosa para los accionistas. Para Altadis cuyo futuro es, cuanto menos comprometido si permanece el solitario, la fusión-integración con la tabaquera británica le garantiza no ser deglutida por los gigantes norteamericanos y asiáticos del sector y jugar un papel decisivo en los mercados iberoamericano y en el de puros. En un mercado, como el del tabaco, cada vez más concentrado el binomio competencia-supervivencia fuerza a aumentar de tamaño. Altadis e Imperial solas son pequeñas, unidas se convertirían en la cuarta tabaquera del mundo.

La complementariedad entre Altadis e Imperial es alta. Sus mercados geográficos no se solapan, los británicos son muy fuertes en cigarrillos mientras la hispano-francesa lo es en cigarros. Las dos están dirigidas por equipos muy profesionales y sus dueños son fondos de inversión. La respuesta de la compañía presidida por Antonio Vázquez ha sido "no venderemos a 45", lo que equivale a decir que no existe un rechazo estructural a la operación sino una discusión del precio. En esta estrategia de elevación del valor de la acción cuentan sin duda los rumores de una potencial opa de Phillip Morris (Altria) o de British American Tobacco sobre Altadis o sobre la misma Imperial. La materialización de ese 'rumor' tiene algunos serios problemas.

Tanto Altria como BAT se verían forzadas a realizar importantes desinversiones si adquieren Imperial o Altadis. Su posición en muchos mercados se convertiría en dominante y las autoridades comunitarias les obligarían a deshacerse de una parte sensible de sus activos. En este contexto, comprar muy caro para luego vender es un poco absurdo. Además, en el caso de Altadis, la Ley Helms-Burton impide a empresas americanas comerciar con Cuba lo que obligaría a Altria o a BAT a deshacerse del activo más importante de la tabaquera presidida por Vázquez; pésimo negocio.

Así pues, todo indica que la integración Altadis-Imperial será un hecho, salvo que el precio exigido por la primera la haga imposible en cuyo caso ambas compañías serán devoradas por sus competidores en un horizonte no muy lejano.