Opinión

JOSÉ MANUEL PONTE

Los estímulos de Helenio

Hay personajes que siempre dan que hablar y ni la muerte es capaz de dejar tranquila su memoria, ni por acabada su biografía. Uno de ellos es Helenio Herrera el famoso entrenador de fútbol, también conocido por el apelativo de "el Mago", o simplemente por "H.H.", las iniciales de su nombre y de su primer apellido. Hombre de gran personalidad, muy dotado de perspicacia y sentido de la propaganda, supo hacer campeones a equipos cuajados de estrellas como el Barcelona de la época de los Kubala, Suárez, Evaristo, Eulogio Martínez, Segarra o Villaverde. O al Inter de Milán, que ganó tres veces seguidas la copa de Europa, también con Suárez al frente, además de Corso, Mazzola, Jairzinho, Fachetti, Peiro y Pizzi, entre otros. Pero no sólo triunfaba con equipos hechos a golpe de talonario y desbordantes de talento, sino también con otros, mucho más modestos, a los que cogía con el agua al cuello y salvaba del descenso de categoría, como fue el caso, en España, del Deportivo. Su inteligencia y dominio de la situación le permitían aceptar cualquier desafío y daba la impresión de que su sola presencia en el vestuario insuflaba en los jugadores una confianza en sus posibilidades que los convertía en prácticamente invencibles. "Ganaremos sin bajarnos del autocar", avisaba don Helenio a sus enemigos. "Se juega mejor con diez que con once", proclamaba para justificar una victoria en inferioridad numérica. Nunca se vio en el fútbol un caso de arrogancia semejante, ni un magnetismo tal, hasta el punto de que era más de temer su presencia en el banquillo que la de sus propios jugadores en el campo. Helenio Herrera falleció en 1997 y fue sepultado entre elogios generalizados, dada su fantástica trayectoria profesional. No obstante, antes de que transcurran diez años del tránsito su fama, su buen nombre y su leyenda serán puestas en tela de juicio por un ex jugador, Ferruccio Mazzola, que lo acusa ante los tribunales de suministrar sustancias dopantes, con el resultado de la muerte por enfermedad de varios otros compañeros suyos. Mazzola es hermano de Sandro Mazzola, que también fue figura de aquel Inter campeón, e hijo de Vicenzo Mazzola el legendario jugador italiano que falleció en el accidente de aviación de Superga en I949, junto con la totalidad de la plantilla del fabuloso equipo del Torino. Su propio hermano, Suárez, y Fachetti, aquel elegantísimo lateral izquierdo, que ahora es el presidente del club, se han negado a decir nada al respecto. Y son bastantes los que piensan que Ferruccio es un excéntrico, al que le gusta hacer ruido. Pero la polémica ya está en marcha hasta que los tribunales digan su ultima palabra. En España hay muchos jugadores que estuvieron a sus órdenes y conocen bien sus métodos de trabajo. Además de los ya citados Suárez y Peiró, que yo recuerde, está también Arsenio Iglesias, al que se llevó del Deportivo al Sevilla. Y no creo que a ninguno de esos tres hiciera falta darles más estímulo que una palmadita en la espalda antes de que saltaran al campo.

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