Ya está aquí

Lo vienen anunciando desde la Organización Mundial de la Salud: debemos estar preparados ante una pandemia provocada por la gripe aviar. Pero esos avisos a algunos les parecían alarmistas, incluso fuera de lugar por considerarlos demasiado precipitados. Sin embargo, ya tenemos la gripe aviar dentro de las fronteras de la Unión Europea, lo que era inevitable si tenemos en cuenta que Rumanía es Europa y ya se habían detectado casos de gripe aviar, o en la frontera de Ucrania un tanto de lo mismo.

Los ciudadanos tenemos derecho a una información precisa de todo lo que afecta a nuestra salud, y sería imperdonable que para no "alarmar" los responsables políticos echaran balones fuera. Eso sería tanto como tratarnos como menores de edad, y demostraría una falta profunda de respeto hacia los ciudadanos. Si puede haber una pandemia debemos saber cómo y a ser posible cuándo, pero además si el Gobierno, nuestro gobierno, y los organismos pertinentes de la Unión Europea tienen previsto cómo hacerla frente y evitar una tragedia. Lo imperdonable sería que nos viéramos sorprendidos por la pandemia. Como imperdonable sería que se antepongan los intereses del sector avícola a los de la salud de los ciudadanos. Evidentemente nadie quiere que se hunda el sector avícola, porque además no debemos olvidar que el pollo y el pavo se han convertido en parte imprescindible de la dieta, por ser asequibles a la mayoría de los bolsillos. Pero eso obliga a la Administración a efectuar controles más rigurosos sobre las granjas avícolas para cortar de raíz cualquier brote de gripe aviar.

Si la Organización Mundial de la Salud está dando la voz de alarma es sencillamente porque sus expertos han evaluado los riesgos que corremos los ciudadanos del mundo entero. O sea que en vez de querer minimizar el problema, lo que nuestro Gobierno se tiene que poner es a trabajar para garantizar vacunas y antivirales a todos los ciudadanos que lo puedan necesitar. Lo contrario sería imperdonable.