¡Que viene Vince!

Desde los lejanos tiempos del "Hortensia" que no nos preparábamos para recibir un huracán bajo bautismo oficial, aunque este que se acerca nos vaya a alcanzar reducido a tormenta tropical. Tan al orden del día están ya los desastres naturales, que el fútbol pierde peso en las tascas frente al nomenclátor de huracanes, los indicios de tsunamis o los logaritmos de richter; de ahí que sospechemos que entre la S del "Stan" de Centroamérica y la V del "Vince" que se avecina apenas se han colado un par de huracanes.

Aunque algunos le han colgado al sur de la comunidad la etiqueta de Galicia tropical, quizás resulte exagerado que genere tormentas como si del Caribe se tratara, pese a que al Instituto Nacional de Meteorología tampoco le parezca convencional que surja el "Vince" en una zona tan insólita como Madeira. Se atribuye el acontecimiento a la temperatura del mar, y es cierto que cualquiera que probara las normalmente frías aguas del Atlántico estos últimos veranos habrá notado el calentón.

El recalentamiento del mar, la sequía con intervalos de diluvio, el asfixiante otoño, el "Katrina", el "Stan", el tsunami, los terremotos... El planeta ya no amenaza; pega, aunque con menor repercusión mediática cuando no lo hace en Nueva Orleans. A pesar de que los reyes del calentamiento global tengan nombre y apellidos y, como los de los huracanes, también se pronuncien en inglés.

pablolopez@farodevigo.es