“Meterme en una final ya sería una medalla”, había anticipado Chano Rodríguez antes de viajar a Tokio. Quizá no cuente como su decimoséptima medalla olímpica, pero la actuación del vigués en los 200 libres S5 de los Juegos de Tokio alcanza la dimensión de gesta. A sus 64 años, Chano fue capaz de honrar su propia grandeza y meterse entre los ocho mejores del mundo logrando su mejor crono en varios años.

Sucedió incluso contra sus propias previsiones. “No lo voy a poder nadar más rápido que en Berlín (donde logró la mínima). Esto está claro”, aseguraba sobre el crono esperado en esta prueba. Chano ha sido siempre de distancias más cortas. El 50 es su preferida. Con la edad, sin embargo, y en el empeño de seguir en la carrera olímpica, ha ido adaptándose a las de mayor resistencia. Este último ciclo lo enfocó en el 200. Logró la mínima en el último instante, en esa mitin en la capital alemana, con un 2.54 sufrido en cada centésima. Lejos queda ya su plusmarca personal de 2.38.

En los últimos días, en la burbuja del CAR de Barcelona, Chano y su entrenador, Alejandro Brea, había querido matizar esa especialización. A Chano, en previsión de que estos sean sus últimos Juegos, lo que queda en el aire, quería ofrecer la mejor imagen posible en el 50. Modificó un tanto su preparación. Esta variación, unida a sus problemas en el hombro, añaden mérito a la actuación del vigués en la eliminatoria. Quedó cuarto de su serie. Accedió a la final con el octavo mejor tiempo. Cuenta el crono: 2.53.65.

Desde su madurez deportiva y con la satisfacción de haber conseguido ya su meta, Chano afrotó con tranquilidad la final ocho horas después, sabiendo además que su tiempo era varios segundos peor que el de sus competidores. Se planteó la prueba como una pelea contra sí mismo, mientras Toni Ponce y Luis Huerta peleaban por las medallas. Al final solo lo logró Ponce, medalla de plata, en una carrera que ganó el italiano Bocciardo. Chano, aunque último, estuvo muy cerca del ruso Dmitrii Cherniaev, a apenas 20 centésimas, fijando otra mejor marca del año con 2.52.12. El vigués ha demostrado su talante competidor.

 

Pero Chano no puede solazarse en lo conseguido. Para él prosigue la competición. Hoy a las 2.00 de la noche, hora española, afronta la eliminatoria de 100 libres. Y para el día 1 de septiembre queda el 50; su gran epílogo  para su aventura olímpica… O quizá solo el último capítulo antes de París.

En la jornada en la piscina competió otro gallego. El coruñés Jacobo Garrido finalizó quinto en la final de los 400 libres de la clase S9 en sus primeros Juegos Paralímpicos. Diploma en Tokio 2020 en natación adaptada para el coruñés, que realizó su mejor marca de la temporada, 4.17.41, pero no le llegó para alcanzar el podio, que era uno de sus objetivos. El australiano William Martin se llevó el oro con récord paralímpico (4.10.25, incluso rozó la plusmarca mundial), la plata fue para el francés Ugo Didier (4.11.33) y el bronce, para otro australiano, Alexander Tuckfield (4.13.54). Gran rendimiento de la escuadra aussie porque Brendan Hall, que defendía el título, se clasificó en cuarta posición (4.14.48).

 Cabeza de carrera salió a un ritmo despiadado, Martin, Didier y Tuckfield se pusieron al frente desde el principio, en este orden, desde el primer viraje hasta la llegada a la pared despué de cubrir los ocho largos. El nadador del Liceo, que acaba de cumplir 19 años, iba por detrás, sexto, intentando seguir el ritmo. En los últimos cien metros lanzó su ataque final. Le sirvió para superar al italiano Simone Barlaam, que pagó el haber salido muy rápido, pero no para llegar a los primeros clasificados. Los 4.17.41 de Jacobo Garrido son una marca muy similar a la que hace dos años le permitió proclamarse campeón del mundo (4.17.17).

Mejoró con respecto a las eliminatorias, en las que había firmado el sexto mejor registro de cara a la final con 4.20.28. En las series, sin embargo, ya se había visto que los australianos iban muy fuertes, igual que el francés Didier, que este año ya había batido a Jacobo Garrido en el Campeonato de Europa. El coruñés tiene ahora por delate cuatro pruebas más, dos de relevos (4x100 libres y 4x100 estilos) y dos individuales: 100 mariposa y 200 estilos.