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Teresa portela | Medalla de plata en K1-200
Medallistas de Cangas en los Juegos Olímpicos de Tokio Teresa Portela Medalla de plata en K1-200

“Hemos convertido lo extraordinario en normal y no es así, hay mucho trabajo”

“Ahora quiero vacaciones y desconectar el teléfono”, dice la palista de Aldán - “No siento que mi carrera se haya terminado”

La palista Teresa Portela, a su llegada con la medalla de plata. | // RICARDO GROBAS

Teresa Portela por fin tiene su ansiada medalla... y cientos de whatsapps en su teléfono que todavía no ha conseguido contestar. La última semana ha sido una vorágine de emociones, actos y entrevistas y ahora tocan vacaciones.

–Ahora que ya tiene la medalla, ¿cuáles son los planes inmediatos: vacaciones o mundial en septiembre?

–¡Vacaciones! Había poco tiempo para preparar el mundial y necesito unas vacaciones, desconectar el teléfono, parar y descansar.

–¿Hizo alguna promesa que ahora tenga que cumplir?

–Pues no. No me voy a rapar el pelo, ni cortarlo ni teñirlo de rosa. ¡Me quedo como estoy! [risas].

–Ha pasado una semana desde la final en Tokio. ¿Ha asimilado esa medalla o aún se siente en una nube?

–La verdad es que sigo en una nube. Son muchos años, no se trata solo del último ni de este ciclo olímpico. Es la suma de muchos años de trabajo, de experiencias vividas y persiguiendo un sueño. Resulta difícil asimilarlo en unos días.

Teresa Portela celebra su medalla en Tokio. Efe

–¿Siente que conseguir la medalla ha sido una especie de liberación?

–Cuando en el año 2019 conseguí la clasificación y pensar que ya eran los sextos Juegos Olímpicos ya era un sueño porque jamás pensé tener una carrera tan larga. Solo por eso ya me sentía una ganadora. La medalla no era un obsesión. Era consciente de que podía conseguirla. Si venía, bien. Si no, tampoco me iba a considerar de menos. Pero está claro que había trabajado muchísimo y quería que eso se viese reflejado.

–Esa es quizás una perspectiva que solo se adquiere con el tiempo y la experiencia.

–La clave es aceptar que esto es deporte y que no siempre sale todo perfecto: tiene que ser ese día y ese segundo. A veces las cosas salen perfectas y otras no. Tienes que saber aceptar los resultados: ni cuando vienen bien dejar la pala ni cuando vienen malos bajar los brazos y dejarlo todo. Esa fue la clave para aguantar todos estos años.

–Y parece que quiere aguantar alguno más porque ha deslizado que no descarta llegar a París 2024.

–Hay que ir año a año. Es imposible garantizar que puedas llegar a unos Juegos Olímpicos, nunca sabes lo que puede pasar. En este momento lo que quiero es saborearla porque son muchos años de trabajo. Ahora que estoy ahí arriba quiero seguir disfrutando y ver a dónde me lleva el piragüismo. Hasta ahora me trajo hasta aquí, pero no creo que mi carrera deportiva haya terminado.

–En todo caso si aspira a París 2024 tendrá que ser en otra distancia debido a que el K1-200 desaparece

–Tendría que ser en 500 metros, que es una distancia en la que ya competí tanto a nivel individual como en barcos de equipo. Lo que toca es adaptarse, como hice hasta ahora, y sobreponerse a unas circunstancias que no dependen de una. Se trata de una distancia en la que en España remé muchas veces y en la que a nivel internacional también conseguí medallas.

La palista de Aldán con su medalla sobre el podio en Tokio. Efe

–¿Cómo son los momentos previos a una final? ¿Sigue algún tipo de ritual o costumbre?

–Intento reproducir lo que hago en los entrenamientos. Estoy convencida de que lo que no sale en los entrenamientos no sale en la competición por inspiración divina. Desayuno, hago el calentamiento, veo el campo de regatas. Son momentos de mucha tensión y tienes que estar muy centrada y concentrada. El trabajo tiene que mostrarse en ese día y en ese momento. Intentas evadirte de todo, sin que nada te distraiga. Y aunque sean momentos de tensión, intentas disfrutarlo.

–Cuando llegó a meta temió quedarse sin medalla porque no aparecía en las pantallas. ¿Cómo fueron esos momentos?

–Nada más llegar fue cuando grité. Yo me vi segunda, pero estás hablando de milésimas. Al principio aparecía como segunda la que había quedado tercera y como tercera la que había sido cuarta. Luego lo corrigieron, pero yo no tenía la sensación de haber fallado. Estaba muy tranquila porque me vacié, di todo lo que tenía.

–Con su medalla y con la que llegó el sábado con Rodrigo Germade, Cangas suma ocho medallas en piragüismo desde 2004. Y a ellas hay que sumar las de Rodrigo Corrales en balonmano e Iván Villar en fútbol. ¿Qué tiene el deporte y el piragüismo cangués?

–Es algo muy curioso. Parece que es algo fácil, se ha llegado a un punto en lo que lo extraordinario se ha convertido en algo normal. ¡Y de normal no tiene nada! Hay mucho trabajo detrás. Para ir a unos Juegos tienes que estar entre los mejores del mundo y si quieres la medalla allí tienes que repetirlo. En Cangas y en Galicia somos muy afortunados. Tenemos las rías, embalses y condiciones propicias para poder entrenar y disfrutar. Hay base y mucho talento. En el caso de Aldán creo que no debe haber ninguna familia en la que alguno de sus miembros no haya hecho piragüismo.

–¿Qué sintió al llegar a Vigo y ver a todos aquellos niños y niñas esperándola?

–Es algo muy bonito, emocionante e incluso motivador. Ver sus caras de ilusión. Y creo que para ellos también. Pueden ver que una persona de Aldán, de su mismo pueblo, que hace 30 años estaba en su mismo lugar puede ganar. Pueden ver y palpar que a base de entrenar se puede llegar. Si yo lo conseguí, por qué ellos no lo van a poder hacer también. Eso sí, hay que trabajar porque las cosas no llegan de la nada. Tienes que poner tu grano de arena, tu esfuerzo y trabajo. Aún así las cosas pueden no salir, pero si insistes los resultados acaban por llegar.

–Entre aquellos niños y niñas había una que supongo que la esperaba con impaciencia. ¿Qué le dijo su hija Naiara?

–Ella estaba muy contenta. Es muy pequeña y le da importancia a la medalla, pero lo que quería es que volviese a casa [risas].

Teresa Portela a su llegada a Vigo, con la medalla al cuello. Ricardo Grobas

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