No se clasificó para la final, ni siquiera quedó entre las diez primeras, quizás un objetivo más realista, pero Julia Benedetti regresa de Tokio con el orgullo de haber hecho historia. En el debut del skate en los Juegos, la coruñesa fue la primera española en conseguir el billete y la segunda en participar, ya que unos

Días antes que ella lo hizo su compañera Andrea Benítez, de la modalidad de street –que entró a última hora como suplente por el positivo de una participante– El mérito ya era estar allí. La de Oleiros, a sus 16 años, quedó en el puesto 16. Fue ambiciosa, arriesgó para intentar meterse entre las ocho mejores que pelearían por las medallas. Pero las caídas lastraron su puntuación, quedándose con 27.76, lejos de las habituales por encima de los 30 que ella ya había conseguido en citas internacionales anteriores, como en el Preolímpico de Des Moines (Iowa). Una experiencia más y un aprendizaje del que sacar conclusiones porque no falta tanto para París 2024.

Su entrenador en A Coruña le había pedido los días anteriores que en la primera manga lo fundamental era asegurar y después, si se veía en la necesidad y con opciones de escalar posiciones en la clasificación, arriesgara. Con un combo de trucos muy sólido, solo con repetir aquello a lo que estaba acostumbrada, y que tenía muy entrenado, le hubiese valido para situarse arriba. Y Julia Benedetti salió a ello. Con mucha fuerza, imprimiendo gran velocidad a su skate, se le veía confiada. Empezó a encadenar trucos. Pero cuando los segundos llegaban a su fin, intentó un frontside 360, que no forma parte de su elenco principal, y se fue al suelo, lo que impidió que pudiera sumar una puntuación que de haber evitado esa caída seguramente sería muy por encima de los 30 puntos. Se quedó en 27.76. Lo que le obligaba a arriesgar sin tener atado antes una buena suma de puntos.

Algunas de sus rivales directas –la alemana Lily Stoephasius (38.37) y las estadounidenses Jordyn Barratt (35.22) y Brighton Zeuner (34.06)– habían salido en la primera y segunda tandas y estaban por delante. También apretaba la francesa Madeleine Larcheron (32.34), en su misma serie. A todas ya les había ganado en alguna ocasión. Por eso Benedetti salió en la segunda ronda dispuesta a revertir las diferencias con ese top diez. De nuevo perdió el control del skate en un frontside 369 revert y se fue al suelo. Los jueces la penalizaron y su puntuación bajó hasta los 27.50. Ya en su última salida al gigante Skatepark de Aomi tampoco pudo mejorar con una nueva caída y con 23.31 quedaba en el provisional puesto 11, pero le superaron las cinco patinadores que salieron a continuación, en la última de las tandas, y finalmente se quedó en el puesto 16.

“Estoy muy orgulloso de ella, solo con la fuerza con la que salió... eso nunca se había visto aquí”, indica Iván Maroño, el que le ha enseñado todo en A Coruña, que no obstante se lamenta que se dejara sin hacer en el tintero seis o siete trucos de su rutina habitual. “De lo que había hecho en Iowa, en el Preolímpico, casi no repitió nada y cambió todo”, explica, “había más presión, sobre todo después de que fallara la primera vez”. Todo sirve para aprender. Y ahora la experiencia de cara a próximas participaciones ya la tiene. Con 16 años, el futuro es suyo.