La selección española de waterpolo se estrenó de forma brillante en los Juegos de Olímpicos de Tokio 2020 con un ilusionante triunfo (12-13) sobre la actual campeona olímpica, Serbia, frente a la que precisamente cayó el combinado nacional en Río 2016 en los cuartos de final, instancia que será de nuevo la auténtica clave.

El duelo entre españoles y serbios, todo un clásico de las grandes competiciones, se decantó, como en el último Europeo de Budapest, del lado del conjunto de David Martín. En la capital húngara fue tras la tanda de penaltis. En esta ocasión tras una magnífica actuación coral y por un gol de diferencia.

Ni siquiera el tremendo acierto de Serbia en las acciones en superioridad numérica fue obstáculo para que la selección española confirmara en la piscina del centro Tatsumi que ha llegado a la capital nipona con clara ambición de luchar tras mucho tiempo por las medallas.

La imponente labor bajo palos del eterno Dani López Pinedo y la pegada en ataque (con algún problema en las superioridades) desarbolaron al equipo que dirige Dejan Savic, que no obstante, forzó hasta la penúltima jugada para salvar al menos el empate, pero la defensa española se lo impidió.