Para Novak Djokovic, el reto es lograr un título olímpico y apoyarse en él para ser el primer hombre que gana el ‘Golden Slam’; para Naomi Osaka, la tarea consiste en dejar a un lado la presión que la ha apartado del circuito durante siete semanas y subir al podio en su país y en sus primeros Juegos.

El serbio y la japonesa encabezan la relación de favoritos del torneo de tenis de los Juegos de Tokio, con la complicidad voluntaria o forzada de los muchos jugadores, sobre todo ellos, que no disputarán los Juegos por lesión o por su deseo de reservarse para el circuito profesional.

Un circuito, el femenino, que Osaka no pisa desde el 30 de mayo. Dos días después se retiró de Roland Garros, multada por no acudir a las ruedas de prensa tras alegar que no era bueno para su estabilidad mental. Con cuatro títulos de Grand Slam en su historial y tres finales en el torneo de Tokio (una victoria), a Osaka le sobra tenis para ganar una medalla, incluso de oro, en los Juegos.

En su mejor temporada quizá no en juego pero sí en cuanto a resultados en las citas grandes, Novak Djokovic se planta en Tokio con los trofeos del Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon en la mochila. Y sin nadie en el horizonte capaz de hacerle frente en condiciones normales.

Si ganase el Abierto de Estados Unidos en agosto sería el primero en lograr el ‘Grand Slam’ desde Rod Laver (1962 y 1969); pero si por el camino añade el oro olímpico, se convertiría en el primer hombre en ganar el conocido como ‘Golden Slam’, una gesta solo firmada por la alemana Steffi Graf en 1988. .

Djokovic asegura que, tras muchas dudas, acude a los Juegos “por patriotismo”. Ya ganó una medalla de bronce en Pekín 2008, pero darle un oro a Serbia le motiva particularmente. Hace cinco años perdió con un colosal Del Potro y salió de la pista destrozado, llorando como un niño pequeño. Su sentimiento se pone a prueba en esta clase de citas y por mucho que falte el encordador que siempre viaja con él, estaba claro que Djokovic no iba a renunciar a la posibilidad de ganar un torneo que se presenta tan asequible.

No podrá cruzarse en el cuadro con el español Rafael Nadal, ni con el suizo Roger Federer, ni con el italiano Matteo Berrettini, uno de los mejores esta temporada y su víctima en la final de Wimbledo. El primero renunció para evitar “excesos” en su cuerpo que podrían impedirle “seguir luchando en el medio y largo plazo por los títulos”. Más o menos las mismas razones que esgrimió el austriaco Dominic Thiem. Federer y Berrettini faltarán por sendas lesiones.

Pero sí tendrá que doblegar Djokovic a hombres como el ruso Daniil Medvedev o el griego Stefanos Tsitsipas, sus respectivos rivales en las últimas finales de Australia y Roland Garros. Djokovic debutará hoy ante Hugo Dellien, 139 en la clasificación ATP, y podría encontrarse en su camino hacia la final con el ruso Andrey Rublev, séptimo cabeza de serie, en cuartos y con el alemán Alexander Zverev, quinto favorito y otro aspirante al podio, en semifinales.