Cristian Toro a su llegada a España // Kiko Huesca

El gallego Cristian Toro y el catalán Saúl Craviotto, medalla de oro en el K2 200 metros de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han vuelto a casa esta mañana entre los aplausos de sus compañeros del cuerpo de la Policía Nacional.

El grueso de la comitiva española en Río 2016 llegaba esta mañana al aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez y el puesto de control de pasaportes ha sido el lugar elegido por la Policía para recibir a Toro y Craviotto. Allí, después de tomarse una pausa en sus tareas administrativas, los dos palistas recibieron una ovación de los agentes presentes. Ha sido la cuenta de la Policía Nacional en Twitter la que ha retransmitido en directo el recibimiento.

El piragüista gallego destacaba cómo fueron sus sensaciones en los instantes previos a que arrancase la final del K1 200 en el que conquistó el oro junto a su compañero Saúl Craviotto. "Estábamos muy nerviosos porque te lo juegas todo en muy poco tiempo. Como salga, muy bien, pero como no salga nadie se acordará de ti", apuntaba Cristian Toro nada más pisar suelo español con su medalla de oro. El viveirense afirmaba, feliz, que "al final salió y estoy muy contento". Su metal es la única presea conseguida por el deporte gallego en los Juegos Olímpicos de Rio.

La delegación española han sido recibidos por decenas de aficionados, familiares y amigos que les aguardaban después de conquistar 17 medallas, las mismas que en Londres pero con cuatro oros más y 38 diplomas olímpicos. Saúl Craviotto, el primero en pasar la puerta de llegadas, ha reconocido "estar en una nube y muy feliz por todo lo logrado". Felices también Ruth Beitia y Carolina Marín. "Es el premio a 26 años de trabajo", ha asegurado Beitia mientras que Marín admitía que aún no se creía lo que había logrado en Brasil.