A simple vista parece pequeña, incluso inofensiva, pero si uno la mira más de cerca se da cuenta de que Paula Medín (Cambre, 1984), o Alevín, como la conocen todos en el mundo del rugby, es un prodigio físico de la naturaleza. Todo potencia. Todo corazón. El jugador que todo entrenador quiere para su equipo porque no le importa hacer el trabajo sucio y dejarle a los demás los focos y el brillo. Y eso significa mucho en el rugby por eso se ganó un puesto en el equipo para los Río 2016, donde junto a Vanesa Rial cumplirá el sueño de todo deportista.

-¿Qué objetivo se han fijado?

-El objetivo es entrar entre las ocho primeras porque eso implica seguir los próximos cuatro años con las becas ADO. A partir de ahí, paso a paso y a llegar hasta dónde podamos, que dependerá de nosotras mismas.

-¿Dio un paso adelante la selección española después del Preolímpico?

-Sí que el Preolímpico fue un antes y un después. Después de Dublín nos sentimos más fuertes y fue un refuerzo positivo para competir a gran nivel ahora en los juegos olímpicos. VImos que teniendo un objetivo tan claro como ganar un torneo de 16 equipos podíamos superarlo. Y aquí en Río pasará lo mismo. Paso a paso creo que podemos superar a cualquier selección.

-Vivir una experiencia como los juegos olímpicos

-Le da un plus al equipo cuando sale porque son increíbles sus carreras. Llega a todo, pero a todo. También son increíbles sus placajes... cuando alguien no llega, siempre está ahí Paula. Es un portento físicamente.

-¿Qué es lo que más admira de ella?

-Que es sincera y que te dice las cosas tal y como son.