Casi desde el primer capítulo de Juego de Tronos, parecía que todo abocaba al gran momento televisivo que vivimos la noche del lunes. El tercer episodio de la temporada final de la serie de HBO contaba por todo lo alto la batalla entre los vivos y los muertos ante las puertas de Invernalia. Un momento para la épica y que marcará un antes y un después en la narrativa televisiva. Tarea que recayó en las manos del director Miguel Sapochnik y que ya había filmado alguna de las mejores escenas de batalla de la serie. Todo aquel que quiera contar una historia de este tipo a partir de ahora va a tener que tirar la casa por la ventana si quiere estar a la altura. Hacer comparaciones con otras grandes batallas filmadas para la gran pantalla puede ser un poco injusto, porque en televisión siempre los presupuestos han sido mucho más limitados. Hace años que se viene diciendo eso de que el mejor cine hoy se ve en televisión, pero a partir de ahora hay series que se ponen a la altura de las grandes producciones. Juego de Tronos se acaba y está poniendo el listón muy alto para las secuelas y spin offs que vengan después y, sobre todo, para el proyecto que Amazon prepara sobre El señor de los anillos. Esta última va a tener el problema de que no sólo va a ser comparada con las películas rodadas para la gran pantalla por Peter Jackson, sino también con el gran éxito de HBO.

Las cosas empezaron tranquilas en esta última temporada. El primer capítulo era para los reencuentros, con escenas que nos ponían la carne de gallina al volver a ver juntos a personajes que llevaban separados prácticamente desde el principio de la serie. En el segundo, era el momento de la calma antes de la tormenta. Ver cómo los principales personajes esperan en plena noche una batalla en la que probablemente muchos de ellos morirán. Se habla de que cada capítulo de esta temporada final tiene un presupuesto de quince millones de dólares. A la vista de los tres primeros, diría que la cifra es una media y que probablemente el del tercero sea mucho mayor. En las dos semanas anteriores, nos han recordado dónde estaba cada uno de los personajes, se han estrechado lazos entre ellos y se ha afianzado la conexión emocional con el espectador. Así todo está preparado para la llegada del gran espectáculo.

Algunas de las cosas que se le ha reprochado al episodio es que la imagen era muy oscura y que se veía muy poco. Un problema que parece que es más cosa de configuración del televisor. Así como de los insensatos que, en vez verlo en una pantalla como Dios manda, lo han hecho en el móvil. El capítulo está filmado con la misma premisa que aquellas películas que deben disfrutarse en cine. También hay que tener en cuenta que la oscuridad es un recurso estético. Hay veces en la batalla que no se sabe lo que está pasando, pero es que ésa es la intención del director. El espectador no sabe lo que que pasa, al igual que tampoco los protagonistas. Sólo percibe la sensación de que la devastación va arrasando todo y las tropas defensoras de Invernalia van cayendo como moscas. Hay quien aspira en mitad del caos a seguir avanzando y eliminando las amenazas una a una conforme llegan, mientras otros ante el miedo o huyen o se quedan bloqueados. El episodio nos brinda momentos épicos, con giros de guión que no dan tregua al espectador. Una batalla de más de cincuenta minutos, en los que el lento ritmo del inicio de la temporada parece haber quedado atrás.

La anécdota en España ha venido de la mano del garrafal error de doblaje cuando en el fragor de la batalla, sir Davos (Liam Cunningham) grita. "¡Sicansíos!", una frase ininteligible que no se sabía a cuento de qué venía. Alguien se molestó en investigar y resultó que el actor de doblaje había soltado la linea de diálogo tal como sonaba en el original en inglés, "She can't see us!" (Ella no puede vernos). Claro, el cachondeo en Twitter no se ha hecho esperar y proliferan los memes y los chistes sobre el tema. ¿Son las prisas por emitir el episodio al mismo tiempo que en Estados Unidos los que provocan estas cosas? ¿O es la constatación de que en el doblaje, cuando no se sabe lo que dice, se inventan las frases? Lo curioso es que quienes hicieron los subtítulos, no cayeron en el mismo error. Desde que empezó la serie estamos diciendo lo de "Valar Morghulis" y a ver si va a resultar otro error de doblaje. (Risas).

Habrá a quienes el número de bajas que hemos tenido tras la batalla es insuficiente. Y aquí llegamos a ese momento en que puede haber spoilers. Las quinielas sobre las posibles bajas tras este episodio habían apostado con que ya nos podíamos despedir de alguno de los personajes protagonistas, pero realmente los caídos eran secundarios de la serie. Algunos de peso, pero no dejan de ser secundarios. Además que todavía quedan tres episodios para el final, todos ellos de duración similar al de éste, así que no era el momento de quemar todos los cartuchos.

En esta recta hacia el desenlace de Juego de Tronos, llega el momento de la batalla final por el Trono de Hierro. Cersei (Lena Headey) se ha revelado finalmente como el gran enemigo al que hay que derrotar. Acabada la lucha contra el señor de la noche, las tropas de los Stark han quedado realmente mermadas, mientras que las de la reina permanecen intactas tras haber dado la espalda a la gran coalición que se estaba formando para combatir a la Oscuridad. Tras lamerse las heridas, es tiempo de que Jon Nieve (Kit Harington) y Daennerys Targarien (Emilia Clarke) se encaminen a Desembarco del Rey para reclamar el trono. Por el camino, ambos tendrán que enfrentarse a la cuestión de cuál de los dos tiene más derecho a llevar puesta la corona, mientras que la Madre de Dragones deberá lidiar con los recelos que despierta entra sus cuñadas. ¿El resultado de la épica batalla habrá acabado con estas asperezas? Al fin y al cabo, siempre se dice que para los norteños el respeto hay que ganárselo. Por su parte, ninguno de los retoños de los Stark son ya las inocentes criaturas que eran al inicio de la serie. Sansa (Sophie Turner) tiene verdaderas dotes para la política; Arya (Maisie Williams) es una temible guerrera; mientras que Bran (Isaac Hempstead-Wright) es un poderoso hechicero. Ninguna de las muertes de personajes principales que hemos visto en Juego de Tronos era gratuita. Todas han servido para someter a duras pruebas y hacer llegar a donde han llegado a quienes eran los verdaderos protagonistas. Poco futuro se les augura al clan Lannister y mi apuesta es Jaime (Nicolaj Coster-Waldau) hará honor a su nombre de Matarreyes en el desenlace final. La carrera hacia el final ha comenzado.