Pasapalabra es, desde hace años, uno de los concursos más importantes de la televisión en abierto. Cada tarde acumula millones de espectadores que se sientan frente a la televisión para descubrir su alguno de sus concursantes consigue, por fin, hacerse con el bote millonario.

Es el programa más visto de las tardes y la gran competencia de Telecinco que intentó por todos los medios evitar la fuga de los espectadores que habitualmente consumen este tipo de concursos. Pero no lo consiguió. Recuperó formatos como el Precio Justo o Alta Tensión que en su día habían tenido mucho éxito en la cadena de Mediaset y en Cuatro pero que tuvieron que pasar a mejor vida en otros canales al no conseguir el éxito que se esperaba de ellos.

Aún más. Telecinco intentó prolongar el Sálvame y las noticias de cotilleo mientras veía como en su competencia se sumaban los espectadores cada día más al concurso en el que se hacía famosos a personas como Pablo Díaz, el último concursante que consiguió el rosco y que se llevó a casa más de un millón de euros.

Y es que en buena medida el éxito del programa se basa en eso: en tener espectadores muy fieles a determinados concursantes que consiguen convertirse casi en uno más de la familia de quienes están al otro lado de la pequeña pantalla. Esa cercanía y amabilidad es lo que hace que cada vez más gente se sume al formato para intentar que esos concursantes se lleven el mayor premio posible.

Pero esta semana es el duelo de campeones. Durante los últimos días se han estado jugando las eliminatorias previas a la gran final, en la que se repartirán 50.000 euros de bote y que tendrá lugar le próximo martes, 31 de enero. De momento, los concursantes que optan a este preciado premio son Jero Hernández, Nacho Mangut y Pablo Díaz.