Su noche de pasión y besos con Jorge Pérez durante la cena de Navidad de la productora en la que trabaja, Unicorn, ha puesto a Alba Carrillo en el ojo del huracán mediático y la ha convertido en el centro de todas las críticas por haber traspasado todos los límites con su compañero y amigo, casado y con cuatro hijos.

Destrozada por los ataques que está recibiendo y admitiendo que “entre nosotros existe una química que quizás ha traspasado lo profesional y se nos fue de las manos, obviamente”, la colaboradora dio la cara en 'Fiesta' tras su pillada monumental con el ganador de Supervivientes 2020: “Lo estoy pasando mal por él, por Alicia [la esposa del guardia civil y modelo] y por mí. Me están avasallando”.

“No me gustaría verme en la situación de Jorge. Empatizo mucho con él. Lo de menos es el beso. Estábamos tonteando. Creo que hubo piquitos, se han visto las imágenes, pero no hubo la intención de tener una relación, ni de irnos a un baño, ni de irnos a otros sitios como se ha dicho. Hemos metido la pata. Nos equivocamos. Es verdad que soy una persona soltera y no tengo ninguna responsabilidad, pero él es mi amigo y yo le quiero mucho”, explicó, admitiendo que se lo estaba pasando tan bien en la fiesta que no fue consciente de que estaba rodeada de periodistas y podían grabarle con el modelo.

“Fue una metedura de pata, nos lo podríamos haber ahorrado por el daño que le hemos podido hacer a otras personas. Me duele y me duele hacer daño a la mujer de cualquier amigo. Ojalá que esto fortalezca su relación, seguro que sí”, añadió, asegurando que sus besos con Jorge “no fue una infidelidad”. “Él lo ha reconocido, yo también. Nos extralimitamos, pero ambos hemos reconocidos nuestros errores”, dijo.