Arturo Pérez-Reverte tiene nueva novela. Con motivo del reciente estreno de 'Revelación', el escrito ha visitado 'El Hormiguero' para presentar su nuevo trabajo. Pero su libro no ha sido lo único sobre lo que ha hablado. Aprovechando su visita, ha querido hacer una dura reflexión sobre las nuevas generaciones, la preparación a la muerte y también ha manifestado su postura sobre educación.

"Un chiquillo, una niña, un niño, tienen que poder ser ellos. Con sus errores, con sus aciertos", ha arrancado exponiendo. "Si uno es mal estudiante, pues que suspenda. Yo repetí tres cursos en bachillerato, y una vez con todo suspenso y otra me echaron del colegio, y no fue ninguna tragedia. Me busqué la vida, encontré mi camino y me normalicé. Pero, todos no somos iguales. Hay niños inteligentes y niños que no lo son; niños trabajadores y niños que no lo son".

La polémica llegó con su reflexión sobre el tratamiento a los estudiantes. "Tú no puedes tratar igual al niño brillante, que el día de mañana puede ser quien esté tirando de la locomotora y del carro de la vida, quien haga mejor el mundo para los otros, que al que se niega a estudiar o al que no tiene el talento suficiente".

"Todos deben tener las mismas oportunidades, por supuesto, eso es la igualdad, pero, una vez dentro del sistema, al brillante prémialo, apóyalo, ayúdalo, empújalo, estimúlalo. Y al que no es brillante ayúdalo, pero no intentes rebajar al brillante a la altura del mediocre, porque entonces te los estás cargando a todos", sentenció.