La crítica de Monegal: Los que mejor aplauden, el arte de la ‘claque’

He seguido con mucha atención la buena cobertura que le han dado al Debate del Estado de la Nación en ‘La hora de La 1’ (TVE-1), esta mañana. En la llegada de los diputados al Congreso, esa síntesis de alfombra roja y ‘pohotocall’ de l@s polític@s, la criatura más buscada por las cámaras ha sido Núñez Feijóo. Le buscaban para saber si iba a intervenir en el turno de réplica después del discurso de Pedro Sánchez.

Consiguió acaparar toda la atención sin mover un músculo ni decir ni una palabra. Es un planteamiento escénico excelente, sacado seguramente de los ‘Don Tancredo’, los grandes quietistas de la tauromaquia. En los años 90, en el concurso ‘El Grand prix del verano’, se invitaba a los concursantes a hacer de ‘dontancredos’ ante las vaquillas, y el público disfrutaba. Pero al margen de esta llegada y paseíllo de diputad@s, lo fundamental para el buen desarrollo televisivo del debate han sido los aplausos.

¡Ah! El aplauso es básico. Sánchez ha estado hablando durante hora y media sin parar. Es tremendo. No se puede mantener la atención de los que están mirando la tele, durante un tiempo tan largo, si no se recurre a los efectos especiales. Romper a aplaudir, de manera intermitente, pero constante, es un efecto especial fundamental para fluidificar el seguimiento del orador, y además le da unos segundos para tomar resuello, y dosificar el tono, timbre e intención de sus palabras.

En los buenos tiempos del Paral.lel había un bar junto al Arnau en donde el ‘jefe de claca’ facilitaba entrada gratis –y a veces hasta un bocata– para las ‘revistas’ de Colsada a cambio de aplaudir a rabiar cada chiste y cada número musical. La ‘claque’ del Congreso son los diputados del partido de cada orador. No hace falta regalarles ni una fanta: su aplauso va con la soldada de su cargo.

He visto en esta ‘matinée’, por la parte del Gobierno, que Nadia Calviño ha aplaudido muy bien, pero el mejor, sin discusión, ha sido Miquel Iceta. Tiene una forma de aplaudir a Sánchez, tan hermosa, tan entusiástica, que a veces parece que en lugar de estar en el Congreso estamos en el programa ‘Polònia’. Por la parte del PP, el que mejor aplaude, de largo, es Rafael Hernando. Ahora está colocado en el Senado, pero el ‘jefe de claca’ de Génova le da entradas para el Congreso, porque sabe que cuando sale Cuca Gamarra solo él es capaz de aplaudir hasta romperse las manos.

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